Una egresada de la ULE, en el corazón de la FAO en Roma

«He tenido la suerte de llevar a cabo esta colaboración y he podido emplearla en mis prácticas curriculares para el final de mis estudios del Grado en Veterinaria en la Facultad de Veterinaria, dentro de la asignatura de Estancias del 5º curso», explica esta joven que descubrió esta beca gracias a la información enviada desde el decanato, en uno de esos correos que usualmente pasan desapercibidos entre la extensa bandeja de entrada de un estudiante universitario y que a menudo guardan grandes oportunidades.

Siempre tuvo interés en aquellos temas relacionados con la alimentación y la coordinación global que facilita la disponibilidad y la seguridad de los alimentos, sin embargo «cuando tuve la fortuna de realizar una movilidad ERASMUS en Italia (concretamente en Bolonia) durante el curso 2021/2022, además de enamorarme de este país y su cultura, desperté un mayor interés por esta cooperación entre los países y la importancia de la transmisión de la información en el sector agroalimentario que requiere la globalización», señala Isabel Llamazares.

Durante su periodo de colaboración en la Embajada de España en Roma, llevó a cabo diversas actividades relacionadas con la obtención de información de interés para el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación de España. A pesar de que gran parte de su trabajo se realizó de manera telemática debido a sus obligaciones académicas, tuvo la oportunidad de viajar a Roma y asistir presencialmente a reuniones en la sede de la FAO como representante de España, una experiencia que «me fascinó por completo. Poder llevar a cabo mis tareas acompañada de enormes profesionales como los Consejeros, además de la amabilidad de todo el equipo, aumenta la gratitud que siento de aprender de personas tan cualificadas».

Esta experiencia ha sido una fuente de aprendizaje para ella, no solo en el ámbito de la Veterinaria, sino en diversos aspectos que contribuirán a su formación integral para el futuro laboral. Adquirió conocimientos sustanciales que le han permitido desarrollar destrezas para la síntesis de información y el trabajo en equipo, y tuvo la oportunidad de aplicar sus habilidades lingüísticas en inglés e italiano y de acercarse al ámbito institucional y la organización internacional.

«Personalmente, me ha atraído inmensamente comprender más la cooperación entre las distintas partes de la humanidad para lograr mejoras en el mundo, donde el objetivo de luchar por la seguridad alimentaria juega un papel fundamental, y en lo que pienso que los veterinarios pueden aportar mucho, más aún en los tiempos actuales, en los que el enfoque 'Una sola salud' resulta esencial para hacer frente a los numerosos desafíos globales (como las amenazas zoonósicas o la resistencia a los antimicrobianos), y lo que evidencia la amplia y diversa gama de ámbitos de servicio con la que cuenta esta profesión» concluye Isabel.