Secciones
Servicios
Destacamos
Lejos ha quedado su barullo habitual , los estudiantes apilados en una mesa trabajando o el ruido de las risas y de la pelota rebotando en las paredes del futbolín. «Quien lo ha visto y quien lo ve», lamenta José, uno de los dos responsables de la Cafetería Universitaria, el Dani&José. Cerrados desde marzo hasta septiembre, volvieron a la actividad con el inicio del curso de la ULE, eso si, adoptando todas las medidas que exigían en aquel momento los protocolos del centro educativo.
Ahora, la situación epidemiológica de la ciudad les ha obligado otra vez a transformarse, al igual que al resto de la hostelería, pero con la diferencia de que ellos son una de las pocas excepciones a las medidas de cierre preventivo, pues están integrados en un centro de formación y de trabajo: «Tenemos abierta la cafetería solo para la comunidad universitaria. Para que no coman en la calle, que tengan un sitio donde poder comer y no estén a la intemperie», señala y relata que los días que han cerrado sus puertas, tanto alumnos como profesores se han visto obligados a hacer verdaderos malabares: «El protocolo prohíbe comer en la facultad y hay gente que no tiene tiempo de volver a casa».
Por ello, han adecuado la instalación para ofrecer los servicios más esenciales. «Damos café y bebidas para llevar y ofrecemos la opción de comidas para el personal, el profesorado y los alumnos», explica señalando las mesas separadas por más de dos metros. «Acordamos con la Universidad de León ofrecer solo estos servicios que consideramos básicos por minimizar los riesgos, para protegernos, pero también por respeto al gremio hostelero».
Noticia Relacionada
El funcionamiento del Dani&José es sencillo. Los estudiantes esperan su turno en una de las puertas e ingresan a la cafetería cuando uno de los dos camareros está libre, «hasta que no se marcha el cliente anterior no debe entrar nadie». Una vez dentro, el recorrido es unidireccional, «entran por la puerta de Veterinaria y salen por la que da a la Facultad de Filosofía y Letras». Eso si, para ser atendido, hay que enseñar el carnet de la ULE.
De los tres centros que tiene el Dani&José en el campus, actualmente solo están en funcionamiento dos de ellos. Agrarias, por su situación especial, funciona de manera autónoma, mientras que en Vegazana la cafetería central ha acaparado el trabajo y 'la de arriba' permanece cerrada: «Hemos reducido más de un 70% el volumen de trabajo. Ahora mismo solo Dani y yo, que somos autónomos, estamos trabajando junto a una persona de cocina, el resto de la plantilla se encuentra en ERTE».
La situación del campus no ayuda, pues «estará apenas al 30% de lo habitual», incluso señala que un día habitual apenas llegan a la veintena de servicios, y en diciembre volverán a cerrar pues llegan las vacaciones de Navidad. Aún así, garantiza que seguirán al pie del cañón, pues «la Universidad lo necesita para que la gente pueda tomar un agua, un café o comer. Somos un servicio de la universidad».
Publicidad
Sara I. Belled, Clara Privé y Lourdes Pérez
Clara Alba, Cristina Cándido y Leticia Aróstegui
Javier Martínez y Leticia Aróstegui
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para registrados
¿Ya eres registrado?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.