arantxa herranz
Miércoles, 2 de junio 2021, 07:52
La lucha contra el cáncer es una de las áreas de la medicina en la que más se innova, con el fin de conseguir tratamientos más eficaces aunque también menos invasivos para los pacientes. En este sentido, la radioterapia hipofraccionada supone aplicar una mayor dosis ... diaria de radiación en los pacientes en tratamientos oncológicos, reduciendo así el número de sesiones necesarias pero consiguiendo la misma eficacia en su curación.
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Se trata de un sistema que garantiza un mejor abordaje terapéutico a la vez que logístico, ya que el paciente tiene que trasladarse menos veces al hospital. En todo caso, la radioterapia hipofraccionada no es nueva en sí, aunque hasta hace no mucho tiempo estaba reservado a pacientes con enfermedades que estaban en fases más avanzadas.
«La limitación de su aplicación se debía a la imposibilidad de conformar la dosis de forma precisa», explica el doctor Marco Panichi, director del Instituto de Oncología Avanzada de Atrys y Sanitas. Eso conllevaba que los órganos sanos también recibían radiación, lo que podía generar efectos colaterales importantes.
Sin embargo, el diagnóstico cada vez más precoz de la enfermedad y las tecnologías actualmente disponibles (con el uso de aceleradores lineales multienergéticos) «nos han proporcionado herramientas que permiten definir con más precisión dónde hay que aplicar la terapia, protegiendo los órganos sanos de recibir la radiación», apunta Panichi. Es decir, que son equipos de alta precisión que permiten aplicar, de un modo selectivo, dosis altas de radiación sin incrementarla sobre otros órganos o estructuras sanas adyacentes del enfermo.
Este doctor explica que las técnicas de radiografías han avanzado tanto en los últimos tiempos que se está logrando tener imágenes en muy alta resolución, lo que facilita un diagnóstico precoz para seleccionar al paciente que pueda ser tratado con esta clase de radioterapia. «Ahora se puede tener la certeza de si hay que tratar un ganglio o no sin necesidad de hacer antes una biopsia», asevera. «Los equipos son precisos y veloces, lo que nos permite hacer un mejor seguimiento del paciente», señala, al tiempo que pone en valor «los recursos humanos que están detrás de estas técnicas» porque esos profesionales «tienen que entrenarse para aplicar estos avances».
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Panichi también explica que la radioterapia hipofraccionada puede aplicarse en el 80% de los tumores. Por ejemplo, en un cáncer de próstata en el que solían ser habituales 40 sesiones de tratamientos, esta técnica permite que no sean más de 28. Además, esta reducción también permite que
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