Secciones
Servicios
Destacamos
jose a. gonzález
Jueves, 7 de mayo 2020, 07:56
La llegada de la quinta generación de tecnología está sufriendo muchos imprevistos. A las dudas sobre su seguridad y la guerra comercial entre Estados Unidos y China, se ha sumado en las últimas semanas la aparición de la Covid-19. En España, la hoja de ... ruta del Gobierno ha saltado por los aires, y no ha sido el único país europeo obligado a retrasar sus planes.
Desde principios de año, el Ejecutivo y las grandes cadenas de televisión habían estado anunciando una resintonización de los canales por el llamado Segundo Dividendo Digital. De hecho, hasta principios de marzo 11 millones de usuarios de 2.413 municipios (en 21 provincias de nueve comunidades autónomas) habían completado ese proceso.
En una segunda fase era el turno de hacerlo en otros 1.433 municipios, a fin de liberar la banda de frecuencia de 700 MHz que sería ocupada luego por las operadoras con la nueva telefonía móvil 5G. La UE había puesto como fecha límite para ejecutar ese Segundo Dividendo el 30 de junio de 2020, pero las autoridades comunitarias asumen ya que en varios Estados miembros no será posible cumplir los plazos.
El Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital se lo trasmitió así a la Comisión Europea el pasado 30 de marzo, al menos «hasta que se aprecie que se dan las circunstancias adecuadas», esto es, hasta que la pandemia permita en España retomar esos trabajos con normalidad relativa. En línea con el departamento que dirige Nadia Calviño, en DigitalES –la patronal española de las grandes 'telecos'– argumentaban también que ahora existen «una serie de riesgos operativos, financieros y estratégicos ligados a este proceso que no pueden ser asumidos por el conjunto de agentes involucrados y aconsejan máxima prudencia, así como la reconsideración de los plazos».
De esta forma, y asimismo desde una perspectiva europea, el lanzamiento del 5G previsto para el último trimestre de 2021 se irá hasta bien encaminado ya 2022. No obstante, casi una veintena de países en todo el mundo cuentan hoy con esta tecnología «en pruebas», entre ellos España.
Desde 2019, Vodafone incluye una oferta comercial de 5G limitada a 15 ciudades centrada en el modelo 5G NSA (no autónomo), que se aprovecha en su despliegue de la red 4G ya existente, aunque ya ha empezado a desplegar el 5G SA (completo) en entornos profesionales, que requiere antenas propias y gran cantidad de 'hardware' nuevo. La frecuencia utilizada para el despliegue inicial ha sido en los 3,7 GHz.
El resto de países del Viejo Continente también han tenido sus primeras pruebas con 5G desde el verano pasado. Sin embargo, Corea del Sur y Suiza son los pioneros en esta quinta generación de las telecomunicaciones. Mientras, la parálisis vivida en España también se ha extendido al resto de países vecinos, pues Francia y Portugal han detenido sus subastas de nuevas frecuencias.
Esa paralización, además del retraso comercial también supone un importante golpe a las arcas públicas de los Gobiernos europeos. El 5G ha permitido, por ejemplo, recaudar en Italia más de 6.000 millones de euros en las subastas de espectro realizadas, más del doble de lo esperado. Aunque aún se está lejos de lo logrado en 2000, con las subastas de las frecuencias del 3G. Entonces Alemania ingresó 50.000 millones, y el conjunto de los Estados europeos 160.000 millones.
En España, el Ejecutivo recaudó hace dos años 437,65 millones en las subastas de la banda de frecuencias 3,6-3,8 gigahercios (GHz), las primeras para preparar la llegada del 5G. Además hay que añadir los intereses por aplazar el pago en 20 años, tiempo que dura la licencia, lo que eleva el ingreso total a 542 millones.
Por otra parte, en las últimas semanas han aumentado los bulos sobre el 5G y provocado una serie de actos vandálicos en Reino Unido. Según la BBC, se han dañado antenas en Aighburth, Melling, Liverpool y Birmingham.
El origen es un video de YouTube que vincula las transmisiones de 5G con la propagación del coronavirus, por el supuesto efecto que las primeras tendrían en el cuerpo humano. Según estas teorías, desmentidas por la comunidad científica, sus ondas dañarían el sistema inmunológico. El segundo bulo dice que el coronavirus usa las ondas 5G para propagarse más todavía. Youtube ya ha eliminado los vídeos.
Aunque ya hay varias decenas de terminales disponibles para usar la quinta generación de las telecomunicaciones y muchos proyectos pilotos en marcha, el 5G no despega entre la población española. Y es que apenas el 49% de los ciudadanos dice conocer esta tecnología, diez puntos menos que la media europea, según un estudio de la empresa de investigación de mercados Toluna y la firma tecnológica Harrys Interactive, que han preguntado a 4.500 personas de siete países, incluida España.
No obstante, tres de cada cuatro españoles sí se sienten «cómodos y emocionados» con la llegada de las nuevas tecnologías. Por edades, el segmento con mejor predisposición es el de 18 a 35 años, con el 76% de aceptación en todo el mundo. Ese nivel baja entre las personas de más edad, tanto de 35 a 54 años como especialmente los mayores de 55 años, donde apenas alcanza el 29%.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para registrados
¿Ya eres registrado?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.