Honrar su memoria en la era digital

No hay duda de la importancia para el proceso de duelo en nuestra vida conectada. «Cuando nuestras abuelas perdían a un familiar, vestían de negro, llevando luto; ahora las plataformas cubren esa necesidad de expresar socialmente la pérdida», seña Montserrat Lacalle Sisteré, profesora colaboradora de los Estudios de Psicología y Ciencias de la Educación de la Universitat Oberta de Cataluña. Las plataformas pueden ser una eficaz herramienta de apoyo en este proceso, y una de las razones es que por medio de ellas hemos podido recuperar la manifestación del luto como vivencia social.

«Hay identidades que se construyen psicológicamente mediante la mirada del otro: cómo me siento yo cuando me expongo socialmente. Facebook o Twitter pueden hacer un buen trabajo en esa área», explica.

Uno de los anhelos en la pérdida es el de volver a hablar con su ser querido. Las nuevas tecnologías lo están logrando de forma 'virtual', gracias a la inteligencia artificial. La televisión coreana transmitió el reencuentro, de realidad virtual, de la afligida madre Jang Ji-sung con su difunta hija Na­yeon. Los llamados griefbots (literalmente, robots de duelo) son chatbots constituidos a partir de la huella digital que el ser querido deja: todo un legado de publicaciones en redes sociales, vídeos, fotos, mails y mensajes de texto que alimentan una red neuronal artificial. Permiten imitar el estilo y la forma de pensar de la persona fallecida. De esta manera, sus seres queridos pueden seguir conversando con ella post mortem. Cumple una función psicológica positiva en el proceso del duelo, aunque hay autores que alertan de riesgos éticos en la interacción robot-humano.

En Internet fallecer no es un problema. Las cuentas permanecen y no se cierran por inactividad como ocurre con los correos electrónicos. En ocasiones, el perfil permanece como la persona lo dejó. Facebook o Twitter tienen protocolos especiales que seguir llegado el caso.

La primera ofrece la opción de tener un contacto de legado al que traspasar toda la información una vez se notifique la muerte del usuario. Además, es la persona que administrará nuestra cuenta si esta pasa a ser un obituario online. La función se activa cuando los familiares notifican que el usuario ha muerto. Los usuarios pueden decidir con anticipación qué quieren que suceda con sus cuentas cuando fallezcan, si eliminarlas o mantenerlas como recuerdo.

La compañía creó un apartado específico para homenajear al familiar o amigo fallecido, más acciones de control para los administradores póstumos y el uso de la inteligencia artificial para evitar situaciones desagradables como recibir una notificación por el cumpleaños de un difunto o invitaciones a eventos.

También las leyes empiezan a reconocer lo importante que es nuestra existencia digital para nuestros seres queridos después de morir. Hay start-ups que permiten a la gente crear 'un testamento digital' que sólo libera el acceso a las cuentas de redes sociales y bienes digitales a un ejecutor designado. Algunas funerarias ofrecen el servicio de recuperación del legado digital del difunto.