«La IA tiene un lado oscuro»: así quiere Europa protegernos de él

La nueva ley prohíbe usos que atenten contra los derechos fundamentales, pero lastra la innovación y puede convertir a Europa «en una colonia tecnológica de Estados Unidos y China»

Miércoles, 28 de febrero 2024, 19:07

Una pequeña parte de las aplicaciones de inteligencia artificial acarrean un riesgo inaceptable para la sociedad. Por eso, a la hora de redactar el primer marco jurídico que regulará a partir de 2026 una de las tecnologías que van a marcar la evolución de la ... humanidad, la Comisión Europea ha decidido prohibir tajantemente su uso en aquellos ámbitos que puedan atentar contra la democracia y los derechos fundamentales de los ciudadanos. «No se podrá utilizar para crear marcadores sociales, policía predictiva, controlar las emociones en el entorno laboral o para el rastreo indiscriminado de rostros, por ejemplo», explica el eurodiputado socialista Ibán García del Blanco, que lleva cinco años trabajando en la materia desde Bruselas.

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Luego, la Comisión ha determinado que en torno al 15% de las aplicaciones de la IA suponen algún tipo de riesgo, calificado en una escala que va de 'minimo' a 'alto', por lo que les impone un proceso de aprobación en el que se evalúa su impacto y se supervisa. «La IA tiene un lado oscuro y puede facilitar un salto cualitativo en la criminalidad, sobre todo en estafas y ciberdelincuencia», advierte Javier Zarzalejos, eurodiputado del Partido Popular. Incluso en el ámbito educativo se siente ya la presencia de programas como ChatGPT, y no son pocos los que han vuelto a adoptar exámenes orales para evitarlo.

«La ley no responde a un exceso de celo regulador sino a una necesidad que también las empresas ven. Porque empiezan a ser conscientes de que estamos entrando en un territorio especialmente peligroso para ellas mismas y demandan un marco legal claro», explica Zarzalejos, recalcando que su aprobación ha contado con un gran consenso político.

Javier Zarzalejos, eurodiputado del PP, durante la conferencia en Bilbao, EP

A diferencia de lo que ha sucedido con las multas impuestas a los gigantes de internet hasta ahora, a menudo irrisorias, la sanciones establecidas para quienes se salten la ley de IA pueden alcanzar el 6% de la facturación global del infractor o hasta 35 millones de euros, si esa cantidad es superior. «Creo que las multas serán suficientemente disuasorias», sentencia el político popular en conversación con este periódico.

No en vano, los más críticos con la Ley de Inteligencia Artificial denuncian que esa contundencia lastra la ya escasa innovación europea en la materia y que ensancha la brecha que separa al Viejo Continente de los líderes tecnológicos indiscutibles. «Hay temor a que nos convirtamos en una colonia tecnológica de Estados Unidos y China», reconoce García del Blanco, que también admite una actitud proteccionista por parte de Europa, aunque esta es cada vez más compartida en todo el mundo. «En las primeras reuniones con reguladores americanos nos miraban como las vacas al tren, pensando que Europa solo sabe regular. Ahora, como ha sucedido con la ley de protección de datos, la actitud ha dado un vuelco y Estados Unidos puede llegar a ser más intervencionista», analiza.

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Falta un ecosistema innovador

Zarzalejos admite la desventaja con las superpotencias mundiales, pero la achaca a otros factores: «En este momento tenemos más financiación que nunca para el desarrollo de la inteligencia artificial, dinero a espuertas, porque Europa es consciente de la importancia que tiene la transición digital. Pero faltan proyectos. El principal problema está en que no se ha logrado consolidar un ecosistema de universidades, empresas y administraciones públicas en el que pueda surgir este tipo de innovación». En su opinión, existe también una brecha cultural, «porque Europa tiene mucha más aversión al riesgo», y de formación. «La capacidad para crear y retener talento se va a poner a prueba porque estamos en una competición global, y hay que tomárselo muy en serio», apostilla.

Ibán García del Blanco, eurodiputado socialista, en Bilbao. EP

García del Blanco y Zarzalejos participaron el pasado viernes en un ciclo de conferencias y debates organizado por la Cámara de Comercio de Bilbao para aclarar con empresas y profesionales los detalles de una normativa que aún genera multitud de dudas. «Hace falta una campaña masiva de alfabetización digital», aseguró el socialista, cuestionado por la falta de competencias del grueso de la población.

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No dejar a nadie atrás

En cualquier caso, Zarzalejos subrayó la necesidad de que la ciudadanía sea también consciente de que debe mantenerse alerta y aportar su granito de arena. «Sin duda, los ciudadanos europeos están más protegidos que el resto frente a la IA. No obstante, esta es una tecnología que empodera y que, por ello, requiere que la ciudadanía sea responsable como usuaria. Lo mismo que cuando conduce un coche», señala, subrayando que hay mucho en juego.

«Existe el riesgo de que la IA ensanche la brecha digital en Europa, porque tiene una sociedad cada vez más envejecida. Pero por eso es más importante que nunca que no dejemos a nadie atrás», concluye Zarzalejos. Ambos coinciden en señalar que una de las claves más importantes está en un elemento que los gobiernos y los ciudadanos demandan pero las empresas niegan: la transparencia.

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