«Que nadie diga que trabajar en videojuegos es para chicos»

– ¿Cómo nace su interés profesional por los videojuegos?

– Siempre me había gustado jugar a los videojuegos, desde que era pequeña. Cuando estaba estudiando guion en la universidad, vi a un compañero de estudios con una videoconsola y empecé a fijarme en que los nuevos juegos empezaban a tener un hilo argumental, así que decidí que quería ser guionista de videojuegos. Antes de hacer el máster, me formé de forma autodidacta en algunas de las materias que había visto que eran necesarias para poder desarrollar videojuegos, por ejemplo, las matemáticas.

– ¿Con qué panorama se encuentra cuando da ese salto?

– En el máster era la única mujer y vi claramente la falta de presencia femenina. Fue un cambio brutal porque estaba sola con más de 30 chicos. Era otro mundo. Tuve suerte de encontrar un trabajo antes de terminar el máster, pero en ese equipo aún éramos solo dos chicas. Y es un cambio que se nota, sobre todo si vienes del mundo de la comunicación.

– ¿Cómo puso en marcha la iniciativa Women in Games?

– Me di cuenta de que no había ninguna organización de videojuegos pero, navegando por internet, se me ocurrió la idea de ponerla en marcha viendo iniciativas que había en Estados Unidos o en Londres para promover la presencia femenina. Hablamos de hace diez años. Pero en aquel momento estaba centrada en encontrar mis propios proyectos, ponerlos en marcha y encontrar un trabajo estable. Después de un par de experiencias laborales, la idea volvió a resurgir. Fue entonces cuando empecé a ponerla en marcha, aunque el germen y la idea estaban plantados desde mucho tiempo atrás.

– ¿Qué objetivo buscaba con ello?

– Mejorar la cantidad de mujeres que hay en la industria. Apoyarlas y visibilizarlas. Hacemos que las niñas tengan interés en los campos tecnológicos. especialmente en los videojuegos. También visibilizamos a las jugadoras. Creamos encuentros entre mujeres que sean jugadoras y desarrolladoras para apoyarnos entre nosotras. Compartimos experiencias y opiniones a través de varias actividades. En esos talleres hacemos encuentros con niñas, y tratamos de visibilizar el trabajo de las profesionales.

– ¿Cuántas mujeres hay en el mundo del videojuego español?

– Somos el 16% de todos los profesionales del sector, más o menos en línea con muchos países.

– ¿Y por qué hay tan pocas en un sector, a priori, tan innovador?

– Es un problema sociocultural. Desde que nacemos se nos marca qué colores, actividades y actitudes son más de niño y cuáles de niñas. Los videojuegos son para niños, y eso significa que a las niñas ya desde un principio no se les potencia para que sientan interés por los videojuegos, y menos aún en la ingeniería o la tecnología. Luego cuando son mayores todavía tienen menos interés en trabajar en esta industria. Dentro de ese 16%, la mayoría de mujeres que están trabajando en los videojuegos está en la parte administrativa, legal, en producción o en arte, pero solo un 4% está en la parte tecnológica como programadoras y tema de audio

– ¿Qué reacción hubo al presentar este proyecto?

– Desde 2017 hemos recibido muchos comentarios, de apoyo pero también de quienes consideraban que no era necesario. Algunos han cambiado de opinión y han entendido que realmente hay un problema. Otros se han mantenido en su postura, e incluso algunos son 'trolls' y van a insultar. Eso sí, cada vez tenemos menos rechazo. Hay muchas empresas que ahora se han dado cuenta de que tienen pocas mujeres y quieren contratar más. Pero aún es algo difícil y necesita un proceso muy laborioso. A cualquier chica que quiera dedicarse a esto, le diría que fuera a por todas. Que nadie le pare, aunque oiga decir que es algo para chicos, que no puede o que no es para ella.