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José A. González
Madrid
Lunes, 17 de julio 2017, 13:30
Una cara sonriente, un corazón, un monito mudo… o una berenjena. Quizá escrito sea una enumeración extraña, pero si estas palabras se traducen a una pequeña imagen de 12 x 12 píxeles y formato Unicode se entienden en España, Reino Unido, Japón y en China. Son los famosos emojis, que han saltado de los smartphones a la vida cotidiana. Un nexo de unión entre países que llegaron de la mano del japonés Shigetaka Kurita en 1999 y que cada 17 de julio se celebra el Día del Emoji.
Sin embargo, la elección de esta fecha no es el verdadero nacimiento de estos pequeños símbolos. La elección es un poco arbitraria, según la Emojipedia, le enciclopedia en red sobre las imágenes más famosas de internet. La respuesta es Apple y su calendario que marca el 17 de julio. La elección la realizó Jeremy Burge, el fundador de la enciclopedia online, "los emojis son la mejor forma de añadir personalidad a una conversación puramente textual", explica. Las conversaciones están compuestas por: 7% por palabras, 38% por el tono de la voz y el 55% por los gestos, expresiones corporales y faciales. Ese 55% de valor añadido se pierde en las conversaciones tecnológicas y que "tratan de sustituir los emojis", apuntan los expertos. Un nuevo modo de comunicarse que permite transmitir lo que se quiere decir sin complicaciones.
Los emojis "permiten a un mensaje informal transmitir emociones y sentimientos que son difíciles de plasmar en escritura fonética", explica Marcel Danesi, profesor de semiótica de la Universidad de Toronto y autor de un libro sobre el tema. El uso de estas pequeñas imágenes llegan a "modificar el cerebro de los usuarios", según un estudio de la revista Social Neuroscience en 2015.
A pesar de unir culturas y ciudades, como esperaba su creador a finales de los 90, cada país tiene un uso preferido. En España, reina la cara que lanza un beso, seguido del que llora de la risa y el corazón, según Tiny Books, el sistema que transforma los mensajes de WhatsApp en libros.
El estudio, basado en más de 22 millones de emoticonos enviados solo en la plataforma de mensajería de Mark Zuckerberg, revela el carácter latino y feliz de los españoles. El Top 10 más usado hace referencia a los emojis sonrientes.
A nivel global, el más usado es el de la cara sonriente con lágrimas, según la Universidad de Michigan. El corazón, el beso con corazón o la cara con corazones en los ojos también son muy usados. Los franceses son los que más emoticonos usan, con una presencia que alcanza casi el 20% de mensajes, muy por encima de España, con un 3,1%.
El pasado 2015, el Diccionario de Oxford eligió 'emoji' como la palabra de 2015. En España, la Fundéu lo define como "emociones gráficas". Los 12x12 píxeles de Kurita también tienen su propia 'academia' que regula y acepta el uso de nuevas imágenes. Consorcio Unicode es una organización sin ánimo de lucro encargada de reemplazar los estándares de codificación de caracteres. Entre sus miembros se encuentran grandes corporaciones tecnológicas Adobe Systems, Apple, Google, IBM, Microsoft, Oracle Corporation y Yahoo!
Este verano se espera la llegada de la última actualización de Unicode 10.0 con 8.518 nuevos emojis. De la cara sonriente de Kurita y sus 175 compañeros se ha pasado a 136.690 pequeñas imágenes que ya incorporan paellas, cebras, dinosaurios o sirenitas.
Un nuevo lenguaje adaptado a las nuevas generaciones y que arrastra miles y miles de euros detrás. La famosa cara sonriente nació llegó a los móviles de la mano de Kurita, pero su nacimiento data de los años sesenta, aunque no fue hasta los 70 cuando empezó a generar beneficios.
Harvey Ball, diseñador gráfico, tardó diez minutos en generar esta pequeña cara sonriente para paliar el temor a los despidos por la fusión entre State Mutual Life y la Guarantee Mutual Company. Cobró 45 dólares, pero cometió el error de no registrarla. Algo que sí hizo más tarde Franklin Loufrani en 1972.
El sábado 1 de enero de ese año, Loufrani quería transmitir un poco de felicidad en un momento en el que parecían dominar las malas noticias. Ese día de Año Nuevo, el periódico francés France Soir imprimió el ahora emblemático logotipo para resaltar las buenas noticias.
En poco tiempo, nació la marca The Smiley Company y en la actualidad es una de las 100 empresas de concesión de licencias más importantes del mundo, con más de 260 concesionarios de licencias que generan una facturación anual de más de 265 millones de USD y venden más de 23 millones de productos cada año.
La marca comercial Smiley está registrada en más de 100 países y en más de 13 categorías de productos. Ahora cada marca de ropa, cada campaña de márketing que usa esta pequeña cara paga su canon que al año genera más de 1.000 millones de dólares.
Una nueva economía tras un pequeño símbolo que ha traspasado fronteras del arte y los primeros 177 emojis de Kurita, a principios de año, fueron incorporados a la colección permanente en el Museo de Arte Moderno (MoMA) en Nueva York.
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