Valderas es un municipio del sur de León con poco más de 1.500 habitantes. Comenzó el siglo XXI con más de 2.100 vecinos, y en apenas dos décadas ha perdido al 25% de su población. Ubicado a pocos kilómetros de la frontera con ... Zamora y Valladolid,la localidad leonesa es uno de los muchos pueblos de la España Vaciada en los que la hemorragia geográfica no deja de manar. Más allá de su crítico contexto poblacional, la localidad de Valderas es famosa por su bacalao.
Publicidad
Centenares de personas acuden cada fin de semana a la villa leonesa para disfrutar del famoso bacalao al estilo Valderas que se puede consumir en alguno de sus restaurantes y bares. El pueblo se convierte cada sábado y domingo en un enorme parking al aire libre con visitantes de todos los territorios circundantes que acuden para deleitarse con el que es uno de los mejores platos de bacalao que se puede comer en la Península Ibérica.
Sin embargo, tan pronto como llegan los visitantes, se van. A partir de las 4 de la tarde, los turistas gastronómicos arrancan sus coches y dejan atrás Valderas, con un buen recuerdo del bacalao, pero sin haber conocido los otros muchos encantos que les depara la localidad.
Una circunstancia que no ha pasado inadvertida para los alumnos de sexto de Primaria del Colegio Nuestra Señora del Socorro. Los jóvenes de once años, impactados por la masiva afluencia de turistas a la hora de comer los fines de semana, no acababan de entender por qué esos mismos visitantes no aprovechaban para conocer más de cerca los secretos que esconde el municipio leonés. Empeñados en enmendar dicha coyuntura, los jóvenes y su profesor de Lengua, Roberto Fernández, han diseñado una aplicación web para «dar a conocer diferentes puntos del municipio en forma de yincana» .
El acceso a la herramienta se realiza a través de unos códigos QR impresos en unos trípticos que los alumnos han repartido por los establecimientos de la localidad. De esta forma, aquellos turistas que acuden a los restaurantes a degustar el popular plato de bacalao solo tienen que coger uno de estos folletos y escanear el código con la cámara de su teléfono móvil.
Publicidad
«Una vez identificado el QR, la aplicación permitirá al usuario escoger tres rutas que permiten recorrer el pueblo y conocer más de cerca su parte histórica y monumental», explica Roberto Fernández, jefe de estudios y del departamento de Lengua de Nuestra Señora del Socorro. Los tres trayectos se dividen en colores: verde, un ligero paseo de 30 minutos para conocer lo esencial de Valderas; amarillo, una inmersión de 45 minutos en los aspectos más profundos de la localidad leonesa; y rojo, alrededor de una hora de yincana que desgrana todos los enclaves patrimoniales del pueblo.
«La aplicación funciona a través de Google Maps, de forma que según nos acercamos al lugar que vamos a descubrir nos aparece una pequeña descripción», indica el profesor de Lengua Española. A continuación, el usuario accede a otra pantalla en la que le aparece una pregunta y tres opciones para responderla. Al ir superando las pantallas, el turista se irá empapando más y más de la historia local de una forma amena e interactiva. «No es un simple juego de preguntas y respuestas, el usuario también deberá resolver puzles y otro tipo de acertijos para lograr avanzar a la siguiente pantalla», indica Fernández.
Publicidad
Un juego sencillo, pero que requiere cierta proactividad del turista, de forma que cuando haya completado la yincana tenga una imagen mucho global de Valderas, su historia, su cultura, su folclore... «Una vez superadas todas las pruebas, accederá a un código que podrá mostrar en cualquier establecimiento colaborador y recibirá, en compensación, un llavero con forma de bacalao diseñado por los propios alumnos en la impresora 3D del CEIP Nuestra Señora del Socorro.
La iniciativa, que cuenta con la colaboración del Ayuntamiento de Valderas y la practica totalidad del comercio y la hostelería local, nace de una técnica docente innovadora y que Roberto Fernández implementa en sus clases de Lengua: «Trabajo con una metodología que se conoce con el nombre de aprendizaje-servicio, una forma de fijar conceptos con una relación simbiótica con el entorno».
Publicidad
A través de este proyecto, que Fernández asegura que surge de los alumnos, estos practican y se instruyen en materias circulares tales como: «exposiciones orales a los diferentes establecimientos contándoles nuestro proyecto, descripciones y textos argumentativos para la aplicación que hemos diseñado, trabajo en grupo, autonomía, actividad física al tener que realizar la ruta previamente varias veces con sus familiares para conocer el tiempo, comprensión lectora y técnicas de subrayado al tener que leer aspectos relacionados con Valderas, email formal al alcalde…»
La aplicación, que pretende dar respuesta a una necesidad derivada del turismo gastronómico en la localidad, viene a cargar de razón a Roberto Fernández en uno de los principales caballos de batalla como docente: «los alumnos no son solamente ciudadanos del futuro, sino que también del presente, por eso les debemos escuchar y dejar actuar en su entorno. Son los primeros interesados en luchar en la España rural».
Disfruta de acceso ilimitado y ventajas exclusivas
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Te puede interesar
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.