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Laguna de Negrillos
Miércoles, 14 de junio 2017
La Cofradía del Señor Sacramentado de Laguna de Negrillos, que organiza uno de los más vistosos y particulares autos sacramentales teatralizados que aún se conservan en España, el Corpus Christi, se prepara para vivir una intensa jornada dominical en torno a uno de sus grandes ... protagonistas, la figura de don 'San Sebastián'.
Declarada de Interés Turístico Regional, la procesión del Corpus Christi de Laguna de Negrillos nació arropada por los afanes teológicos de los pueblos feudales de la Edad Media y ligada a los autos sacramentales.
La representación gira en torno a la figura de 'San Sebastián' quien, ataviado con el uniforme de marino de la escuadra española en Filipinas, cubierto con un mantón de Manila, cuyos flecos bailan al son de su taconeo, y bicornio de emperador, porta en la mano derecha una saeta y en la izquierda una espada envainada, como armas de defensa de la fe y símbolos de su martirio.
Durante casi tres horas la figura de don 'San Sebastián' centrará todas las miradas de los presentes primero retando al Señor con paso lento por las calles de Laguna de Negrillos, para posteriormente arrepentirse y convertirse al cristianismo.
De este modo, el santo capitán se trasladará desde la Iglesia de San Juan Bautista hasta la ermita de Nuestra Señora del Arrabal hierático, desafiante, con la parte superior del cuerpo totalmente inmóvil y con su peculiar caminar golpeando el suelo con el talón iracundo, rígido como un dios para que resuene y todo el mundo se entere de su decisión de redimirse del pecado.
A San Sebastián, que encabeza la procesión, le siguen todos los apóstoles excepto Judas Iscariote, así como otras tantas imágenes y los ocho danzantes que, emulando a los ángeles, se mueven al son de la dulzaina y el tamborín. La procesión se completa con la presencia de los birrias que, a modo de diablos o guirrios, abren paso durante el desfile.
Tras su conversión, San Sebastián padeció los más crueles castigos hasta recibir muerte por defender su fe cristiana, hecho que le valió la condición de mártir. Siempre que podía visitaba a los cristianos encarcelados y ayudaba a los más débiles y necesitados, convirtiéndose en el santo más invocado para proteger a los pueblos de las epidemias, especialmente de la peste.
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