Barbón advierte que Asturias no tendrá «ningún tipo de relación» con Vox y mantendrá las institucionales con Mañueco

El asturiano consideró que la entrada de Vox en el Gobierno de Castilla y León «es un error para el Partido Popular» y lamentó que prefiere «un PP más fuerte que un Vox fuerte», mientras que lo que va a suceder a partir de ahora es que los 'populares' autonómicos «se van a debilitar» debido a que «el votante de derechas va a votar a Vox por voto útil porque ya ha dicho que van a ir a coaliciones de Gobierno» y porque «el votante moderado, como los demócratas cristianos o liberales, se van a fugar el PP».

Adrián Barbón recordó que por esta opinión le han llamado «sectario», pero se preguntó si también lo es el presidente del PP europeo, que dijo «que le generaba muchísima inquietud el Gobierno de coalición en Castilla y León y que se va a extender en otras comunidades», o si lo es Angela Merkel, «que marcó una línea clara de decir que a la extrema derecha ni agua porque representa una agresión a la libertad», o si cometen un error los partidos de la derecha democrática franceses, «que están pidiendo el concentrar todo el voto en Macron para que no vayan a Le Pen».

Frente a todo ello, el titular asturiano matizó que «los vínculos institucionales entre la Junta de Castilla y León y el Principado de Asturias se mantendrán a través de los presidentes, algo que tiene que ser así», ya que «existen elementos comunes en materia demográfica, en la lucha con el sector agrícola y ganadero o en la posición común que mantuvimos en materia del lobo», que «se van a mantener y se tienen que mantener». En este sentido, apuntó que «la mayor parte de materias comunes siguen en manos del PP».

Para Barbón, «hay momentos en la historia en los que hay que estar en el lado correcto de la historia», algo que «se verá con perspectiva dentro de 20 años». Sin embargo, a día de hoy ya está claro que «blanquear a la extrema derecha es un error» que «a quien más va a deteriorar es al Partido Popular». No obstante, el asturiano matizó que «no se trata de una cuestión de derechas o izquierdas», sino que «es una cuestión de demócratas o no demócratas».