Surcando el reguero

A pesar de que cada año las embarcaciones están más trabajadas y son más originales en este descenso no han querido participar por falta de agua y miedo a que el trabajo de varios meses acabe destrozado.

El descenso comenzaba, como años anteriores, en el puente navarro donde más de una decena de participantes han comenzado su aventura.

El bajo caudal ha provocado que algunas de las embarcaciones quedasen encalladas y hayan tenido que bajar a empujar los flotadores en los que iban subidos. Pero este no ha sido suficiente motivo para que los más intrépidos al menos lo hayan intentado.

Desde el puente que cruza la localidad leonesa, familiares y amigos animaban a los valientes, para darles con sus aplausos el último aliento para llegar a la meta, el castillo.

Las fiestas continúan en laguna de negrillos donde las peñas continuarán con sus actividades para animar a todos los asistentes.