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Siembra de almendros llevada a cabo por Adolfo Galván la pasada semana en la provincia de Valladolid. el norte

La superficie de almendro se incrementa cada año en 300 hectáreas en la región

El cultivo atrae a un número cada vez mayor de agricultores que lo eligen para diversificar, pero también a personas ajenas al sector agrario

Silvia G. Rojo

Salamanca

Viernes, 4 de junio 2021, 09:30

Primero se impuso la moda del olivar, luego llegaron los pistachos y en los últimos cinco años han entrado con fuerza los almendros, cuya superficie se ve incrementada en unas 300 hectáreas cada año, situándose en la actualidad en 3.340, según los datos de ... la Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural de la Junta.

«Hay una parte de agricultores que ven problemas de rentabilidad en los cultivos extensivos y han diversificado apostando por nuevas superficies de frutos secos o cultivos alternativos, como la quinoa o el amaranto», comenta Sara Álvarez Martín, investigadora de frutos secos del Itacyl (Instituto Tecnológico Agrario de Castilla y León). «Aunque también hay mucho agricultor de fin de semana que se ha metido en el cultivo, pero que no vive realmente de esto», apostilla.

Castilla y León cuenta con dos zonas bien diferenciadas destinadas al cultivo tradicional del almendro: la zona de Arribes en Salamanca y la soriana de Ágreda. Las nuevas plantaciones se han asentado en la zona centro de la comunidad, aunque no todo el territorio sirve para este tipo de cultivos.

«Depende de la parcela, en principio, la zona suroeste es la más adecuada, pero uno de los grandes problemas es que no se hace un buen estudio climático y edáfico, y esto va a provocar que en un futuro muchas parcelas se tengan que levantar y otras ofrezcan una muy buena rentabilidad». Desde ese planteamiento, entiende la investigadora del Itacyl que el futuro pasa por la «profesionalización» y recuerda que allá por el año 2008, en la provincia de Valladolid, se plantaron 1.000 hectáreas de olivar de las que quedan 500 en producción.

En cuanto a las diferencias entre pistacho y almendro a la hora de cultivarlo, una hectárea de almendro en súper intensivo alcanza las 2.000 plantas mientras que el pistacho no pasa de las 400. Además, la planta de almendro oscila entre los tres y cuatro euros en función del tamaño y la de pistacho, se eleva hasta los 10 o 12 euros.

La amortización de la inversión es más rápida en los almendros, pues al tercer año se pueden obtener rendimientos. En el pistacho, las mejores producciones llegan a partir de los diez años. Todos estos factores hacen que este cultivo esté tomando más fuerza.

Adolfo Galván, agricultor de la localidad vallisoletana de Pollos, realiza trabajos para terceros plantando viñedo, pistachos y almendros y confirma que «ahora mismo está en auge el almendro, es lo que más se está plantando».

A la hora de realizar el trabajo utiliza un sistema de autoguiado comandado por GPS. En la máquina van sentadas dos personas y una deposita la planta y la otra el tutor. La planta se deposita en función de la coordenada.

En relación al mercado, los precios se fijan en California, donde se cultiva alrededor del 80% de la almendra mundial. Un kilo puede oscilar entre los tres y cuatro euros y, si es ecológico, varía entre los siete y ocho euros. Las variedades que más se están plantando en la actualidad son la macaco o la penta, de floración tardía «lo que hace que se defiendan mejor antes las heladas», matiza Álvarez.

Desde el Itacyl están centrando sus estudios, en la actualidad, en las densidades, necesidades de riego o el manejo de abonado y poda.

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