El sacrificio en los mataderos de la región crece el 5% por los costes de los piensos

Uno de los factores definitivos a la hora de enviar más animales a los mataderos es la subida del precio de los piensos que luego el ganadero no ve que repercuta en la cuantía que se le abona por sus canales.

«Desde la pandemia se mata más ganado, ahora se está quitando más por el precio de los piensos lo que hace que se mate más ganado de desvieje», comenta el presidente de la Asociación de Mataderos de Castilla y León (Amacyl), Javier Roldán.

Una buena parte de ese sacrificio se lo lleva el porcino, con 3.195.785 cabezas sacrificadas en los cinco primeros meses de 2022, un 4,79% más que en el mismo periodo del ejercicio anterior. En bovino sube el número de cabezas sacrificadas un 11,08%, hasta 167.719 mientras que el ovino lo hace un 5,42%, con 1.450.238 reses. Tan solo desciende el ganado equino, un 20,95%, con 1.196 animales enviados al matadero.

Precisamente, en relación a los mataderos, los 14 socios que forman Amacyl y que representan alrededor del 60% del sacrificio de vacuno regional y un 30% del ovino, no dejan de apelar a que los temas legislativos y normativos que está suponiendo «graves perjuicios para el desarrollo de la actividad del sector de los mataderos»

Entre las reivindicaciones que plantean está la reducción de las tasas reguladas desde la Junta de Castilla y León y que aseguran son «de una cuantía muy superior a las de otras comunidades autónomas e incluso a las reguladas por la Normativa Europea, de obligado cumplimiento para todos los países de la UE». Calculan que este sobrecoste supone que un matadero de Castilla y León pague de media al año, unos 8.000 euros más en tasas que los de otras comunidades. «Pagamos por animal, por lo que te encuentras con mataderos que tienen un sobrecoste de 8.000 y otros de 15.000», añade Javier Roldán, «esto nos supone una desventaja con respecto a otras comunidades limítrofes como Madrid, Extremadura o Cantabria, y que permite a los mataderos que allí se asientan ofrecer mejor precio y que se nos vayan clientes».

Horarios en los mataderos

Desde la asociación califican además como «muy problemática» para el ejercicio de su actividad la regulación en materia de horarios. «Por una parte, la exigencia de un preaviso de 48 horas para la matanza y el hecho de que sea necesario abonar un importe extra para poder tener los mataderos abiertos a determinadas horas, fines de semana y/o los días 24 y 31 de diciembre», algo que, dicen, dificulta la organización de sus empresas en la que intervienen, aparte de los servicios veterinarios, distintos agentes no dependientes del matadero en cuestión, como ganaderos y rutas de transporte. «Una mejor coordinación y estudio de la distribución de veterinarios oficiales en los distintos mataderos podrían garantizar tanto la indispensable labor de inspección de éstos como un horario flexible, más adecuado para el funcionamiento y planificación de sus empresas», inciden.

El colectivo ha trasladado estas reivindicaciones a la Junta y espera una respuesta de la directora general de Salud Pública, Sonia Tamames.