Los regantes de León saldrán a la calle para protestar por el agua desembalsada hacia Portugal

Los agricultores de regadío de León se niegan en rotundo a ceder parte de la que consideran su agua al país vecino para la producción de electricidad. Una decisión que considera que solo responde a los intereses de las eléctricas, encargadas de la explotación de los pantanos, y que supondría un descenso ostensible de las reservas del pantano, ya bastante afectado por la intensa sequía que experimenta todo el país. Herminio Medina, portavoz 'in péctore' de los regantes, afirma que el agua que permanece en los pantanos es «gracias al ahorro de los propios agricultores», los cuales «de forma responsable» han limitado sus riegos para poder encontrarse un volumen de agua suficiente de cara a la campaña del año que viene. Ahora, los regantes sienten que todo su esfuerzo se irá al garete en pro del beneficio pecuniario de las eléctricas.

El asunto no es tan sencillo, y las amenazas de los regantes de presentarse en el embalse de Riaño «a cerrar las compuertas» -las cuales profirieron el pasado domingo y no repitieron este lunes- no se sostienen debido a la gravedad que dichas acciones supondrían en las relaciones diplomáticas entre España y Portugal. Y es que lo que está encima de la mesa es un acuerdo transnacional firmado entre ambos países de la Península Ibérica en el año 1998: 'Convenio Internacional sobre la Cooperación para la protección y el aprovechamiento sostenible de las aguas de las cuencas hidrográficas hispano-portuguesas'. Un documento con rango de Ley que debe cumplirse sí o sí.

Para ello, CHD demanda a las comunidades de regantes de la provincia de León una cantidad de 24 hectómetros que debe salir de los pantanos de la provincia dirección Portugal. Una medida que los regantes no aceptan «de ninguna de las maneras». El vicepresidente de la Diputación, algo más conciliador, asevera que «si este año se han de ceder los 24 hectómetros debe ser la última vez que se ejecute dicha cesión».

Con el fin de poner fin a esta situación -puesto que cabe recordar que el agua ya fluye hacia el país luso- los regantes han convocado una manifestación en León capital para el próximo lunes 19 y solicitan una reunión «inmediata» con la ministra de Agricultura, Cecilia López. Ahí entra la labor de el subdelegado del Gobierno y la Diputación de León, cuya presidencia es ostentada por un miembro del PSOE. Ambas instituciones están sirviendo de enlace con el Gobierno de España para intentar solucionar esta cuestión

En este sentido, Eduardo Morán, presidente de la Diputación de León afirma que intentará que «el Gobierno adapte a las condiciones que nos solicitan los regantes un convenio tan antiguo». No obstante, Morán señaló que la solución «no es fácil», menos cuando se trata de «modificar una colaboración internacional». En cualquier caso, Morán ha solicitado la renovación de un convenio con más de 20 años de antigüedad y que no contempla el número de regadíos, ni la cantidad de agua embalsada de la que se dispone hoy en día en España. «No nos podemos arriesgar a seguir modernizando regadíos con dinero público para que luego no haya agua suficiente para abastecerlos», indicó el presidente del organismo provincial

Por otro lado, el subdelegado del Gobierno, Faustino Sánchez, ha aseverado que el Gobierno dará validez al acuerdo con Portugal porque «es de obligado cumplimiento». En este mismo sentido, Sánchez ha recordado que «las aguas no son solo españolas» y que el Duero «desemboca en Oporto». Por último, el subdelegado ha informado que ha hablado con el Secretario de Estado de Medioambiente, «el cual estará encantado de recibir a los regantes».

Los representantes públicos, tanto Morán como Sánchez, han aludido a que la sequía es una consecuencia directa del cambio climático, de forma que las instituciones y las empresas que gestionan los embalses deberán adaptarse a esta nueva realidad.

En esta línea, Morán ha cargado duramente contras las eléctricas encargadas de la explotación de los pantanos en la provincia de León: «Desde el Gobierno hay que ser severos con estas empresas que solo piensan en su bien particular y no son solidarias con los españoles».

Una crítica que coincide con las demandas de los regantes, los cuales apuntan directamente a las eléctricas como las principales responsables de esta situación y recuerdan como en alguna ocasión «han llegado a vaciar un embalse entero para seguir ganando dinero».