Los regantes del Canal del Bajo Páramo anuncian movilizaciones si el Gobierno no asume las reparaciones

Una protesta que viene provocada después de que se hayan producido cerca de 300 reventones en los sectores III, IV, VI y VII del canal tras las obras de modernización del mismo llevadas a cabo por la empresa Seiasa, dependiente del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, MAPA. Unos trabajos que les ha supuesto un coste de 600.000 euros, según señalan los regantes. «Nos hemos reunido con la empresa y con la delegada del gobierno pero no quieren arreglarlo, quieren que lo asumamos nosotros y eso no va a ocurrir», ha explicado Medina quien asegura que en los últimos días se han sucedido otra decena de roturas y cifra el coste de la obra en 22 millones de euros.

«Son unos sinvergüenzas. Sacan pecho de la modernización pero no saben hacer frente a lo que han hecho ellos mal», destaca el presidente quien detalla que otros canales donde la obra se hizo en las mismas fechas, como Payuelos, no han sufrido ningún desperfecto. «Es un atraco de las empresas y de Seiasa», afirma. A esta empresa exigen la sustitución del 22% del total de las tuberías, un total de 56 kilómetros.

La situación de roturas continuas «en todas partes», está llevando a los regantes a la ruina dado que deben afrontar ellos mismos los gastos que supone. «Cada vez que hay un reventón se anega todo el campo. Tenemos un seguro con franquicia de 2.500 euros porque es lo único que nos cubre pero en muchos casos debemos asumir nosotros la pérdida», advierte Hermida quien recuerda que ellos mismos pidieron a las administraciones que no recepcionarán la obra porque sabían que se había utilizado la misma tubería que había tenido que levantarse en otros canales.

El presidente asegura que la solución no llegará en un año o dos pero sí que en tres podrían tener una «obra digna». «Nosotros pedimos una ayuda que pagamos con intereses, pero queremos un canal en condiciones y no vamos a pagar la obra dos veces. La parte que hizo la Junta o la que construyó Tragsa no sufre problemas, peor el resto sí», manifestó el presidente quien señaló que están regando con un caudal del 40% «y aun así, revienta», un problema que afecta a más de 11.000 hectáreas, divididos en tres sectores, y a cerca de 20.000 regantes.

Por su parte, y antes de que se produjera la reunión, el presidente de Seiasa afirmó que deben buscar las causas de este problema, probar que pueden regar y averiguar quién es el responsable. Unas preguntas para las que Medina tiene solución: revienta a lo largo de todo el canal y el responsable es la empresa ejecutora de la obra.

Los regantes ven frenado su trabajo debido a estas roturas ya que los reventones causan cortes en el riego lo que, además de inundaciones, cambia la programación de regadío, dado que les obliga a cortar ramales enteros, y provocar siniestros.

Estas roturas también llevan a que los canales se llenen de piedras que provocan nuevos daños así como el atasco de los filtros o las ventosas, entre otros. Además, se rajan las tuberías o se producen fugas debido a defectos en el material de construcción.

En esta misma línea, apenas se puede realizar tele gestión de riego, con incrementos de consumo de agua y energía, debido a los problemas en las remotas así como en las baterías y armarios de recarga.

Todos estos problemas, y algunos más, conllevan a que se incremente la contratación de las potencias necesarias para poder suplementar los riegos fallidos.

Cabe recordar que las obras de este canal que se anunciaron como «una de las más modernas de España» afectaron a 11.250 hectáreas que se deberían regar de él. El coste del proyecto se elevó hasta los 13,3 millones de euros y posteriormente se incrementó hasta 16,6 cuando se entregó.

El Páramo Bajo es una de las comunidades que apostó desde el principio por la modernización del regadío pero aseguran que no tienen una infraestructura moderna que ahorre agua y reduzca la contaminación, «sino una chapuza».