Las setas pierden fuerza tras las últimas lluvias.

La producción micológica en Castilla y León, «paralizada» por las abundantes lluvias

Todavía fructifican níscalos y setas de cardo en zonas de bosques que drenan bien

Leonoticias

León

Sábado, 11 de noviembre 2023, 12:22

La producción micológica en Castilla y León se encuentra «paralizada» por las abundantes lluvias registradas en las últimas semanas y las temperaturas mínimas que han comenzado a descender, sobre todo en zonas de alta montaña.

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Sin embargo, en el resto de zonas más llanas o ... con menor altitud, si las temperaturas mínimas no son «muy extremas» por la noche y las lluvias dan un respiro, se prevé una nueva fructificación de especies, sobre todo, de níscalo y seta de cardo.

El responsable del área de Micología del Centro de Servicios y Promoción Forestal y de su Industria de Castilla y León (Cesefor), José Miguel Altelarrea, precisó a Ical que, a pesar de que muchos montes de la Comunidad se encuentran «encharcados», se pueden encontrar «en poca cantidad» boletus en la zona occidental (Salamanca y Zamora) y níscalo en Segovia, Valladolid y Zamora, principalmente.

Bosques que drenen bien

Además, en estas tres provincias, junto con Soria, se prevé que fructifique el níscalo en la zona de pinares llanos, a pesar de que actualmente solo se contabilizan ejemplares esporádicos. «En Soria hay muy poco y en las otras tres provincias algo más», destacó.

Desde Cesefor, apuntaron a que la campaña micológica de otoño, la más importante en cuanto a producción y número de especies que fructifican, ha sido «buena, temprana y con bastantes boletus y níscalos en Soria y Segovia». «La campaña 2023 está por encima de la media», destacó Altelarrea para insistir en que todavía no se da por finalizada.

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A estas alturas de la campaña el factor limitante para el desarrollo de nuevas fructificaciones son las bajas temperaturas. Y aunque las heladas aún no han hecho presencia en las zonas productoras de Castilla y León, el descenso de temperaturas mínimas propicia la fructificación de especies con interés socioeconómico cuya aparición se asocia a finales de campaña otoñal, como son las «capuchinas», «llanegas» y por supuesto los níscalos.

Por el contrario, este escenario no favorece la fructificación de especies más termófilas como es el caso de boletus aereus y amanita caesaria, cuyas producciones en estos momentos comienzan a ser testimoniales en la Comunidad.

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