El forraje alcanza cifras récord y los ganaderos tiemblan: «O baja, o desparecemos»

Los ganaderos hablan de lo «nunca visto» y afirman que será imposible «no ir a pérdidas con estos precios». El forraje es fundamental en la alimentación de las explotaciones ganaderas de León, especialmente en las dedicadas a la producción de leche (vacas, ovejas, cabras), pero también a la ganadería de vacuno en extensivo. Los ganaderos temen el desabastecimiento: «La montaña está más seca, por lo que el uso del forraje será desde el minuto 1», indica Javier, ganadero de vacuno en Cerezales del Condado.

Los productores están desconcertados. Se habían encontrado a otros años con sequía, pero nunca se había encadenado dos cursos con una producción tan baja en el secano. Ya el pasado curso encontrar una bola de avena, veza o alfalfa era misión imposible; ahora, parece que la situación se ha agravado. «Este año parece que el forraje se va a duplicar, y eso que venimos de un año donde ya se duplicó; esto es desorbitado, estamos pagando la alfalfa a 420 euros la tonelada», lamenta Arsenio Rodríguez, ganadero de Cubillas de Arbas.

Los propietarios de las explotaciones ganaderas temen que, ante la falta de alimento, tengan que mandar a sus animales antes de tiempo a los mataderos, provocando «un atasco bestial», tal y como prevé Rodríguez. «Si sube más, pues no sé, desaparecerá la ganadería, porque seguir comprando a estos precios no es sostenible», explica este ganadero del municipio de Villamanín.

El presidente de Asaja no cree que León viva un atasco en los mataderos porque no hay «factorías importantes en la provincia» como sí es el caso de otros puntos de la comunicad como Salamanca, donde José Antonio Turrado sí afirma que se está produciendo «una acumulación del trabajo». En lo que sí coincide el representante de la organización agraria es la subida de los precios sí es «insostenible». «La mayoría de los ganaderos están pensando en tener el menor número de animales posibles, para cumplir los requisitos de la PAC y ya», explica Turrado.

La falta de forraje supondrá un decrecimiento drástico en la cabaña ganadera de León, cuyo negocio se verá ostensiblemente mermado al disponer de menos animales con los que comerciar. La única solución, a juicio de Turrado, será la sustituir la alfalfa por otros productos: «Las explotaciones agrícolas, que son las que consumen una mayor cantidad de alfalfa, deberán ir hacia productos como los ensilados de maíz, que eso sí que sabremos que vamos a tener».

Un a falta de pan buenas son tortas de manual. También parece que este año la paja, cuyo precio también está creciendo exponencialmente, será utilizada en alimentación, si bien es cierto que el propio Turrado reconoce que es un alimento de «mala calidad», pero a falta de otra cosa se espera que se utilice mucho «en animales de volumen». En el caso de las vacas de carne, también tendrá importancia el cereal, que si bien es cierto que es caro por su escasez en España, «siempre se puede importar». Lo que no se puede importar es el forraje: ocupa demasiado y pesa poco; es decir, no merece la pena pagar por su porte.