El oídio arruina la campaña de lúpulo

Así, el SAT lidero un plan de ensayos, costeados por los propios agricultores, que pudieran dar con el producto que frenara la invasión. «Algunos se demoran pero hemos conseguido dos registros, otros dos están en proceso», puntualizan. El problema vino al pedir el Ministerio de Agricultura el uso excepcional de uno de ellos, «nos lo negaron por lo que nos hemos encontrado luchando con sustancias básicas en un año tan malo como este. Ha sido imposible», asevera el técnico.

La razón de la aparición de esta plaga no ha sido otra que la diferencia de temperatura entre el día y la noche, que favoreció la germinación de las esporas de oídio. «Hasta la ola de calor del mes de agosto que paro, durante todo el verano germino la plaga», destacan desde el SAT apesadumbrados ya que la primavera les había dado esperanzas de una buena campaña, similar a la del año pasado.

Las zonas donde el oídio más se ha esparcido han sido en la que se extiende entre Quintanilla y Carrizo, «pero también está afectada la ribera del río Órbigo, algo menos la del Tuerto, aunque también hay».

Las cifras son preocupantes para algunos productores que tienen hasta un 60% de pérdidas, «los que tienen grandes hectáreas pueden estar perdiendo 20.000 kilos». En definitiva, un desastre para el campo leonés.

Este hecho se suma a los problemas de los agricultores leoneses, que producen el 95% del lúpulo de España, con la empresa mayoritaria de compra. Un año llevan en negociaciones S.A.T., Lúpulos de León con Hopsteiner España para tratar de actualizar el precio que reciben por kilo debido a que los agricultores no cubren costes.

Lúpulos de León ha solicitado, en base a sus propios estudios, que el precio se incremente en 66 céntimos mientras que la empresa ofreció 18, un importe que los cultivadores ven muy por debajo de los costes de producción que deben soportar, sobre todo si se compara con el estudio realizado por la Junta de Castilla y León, donde se establece un coste casi un euro mayor de lo que perciben por la venta de un kg de producto.