Lúpulos de León busca renegociar el contrato con Hopsteiner ante el aumento de un 40% de los costes de producción

Javier, técnico de SAT Lúpulos de León, reconoce que «es muy pronto» para saber la cantidad exacta que se podrá obtener. Con la hetáreas que se cultivan «el millón de kilos sería el objetivo», pero asume que este año la producción estrá «sobre los 800.000 kilos».

Ese millón de kilos parece ahora inalcanzable para este año, algo parecido a un milagro tendría que ocurrir para conseguir el agua que falta en menos de una semana y poder alargar un poco más la campaña.

«Lo ideal sería poder dar otro riego más» pero en las condiciones actuales es complicado y Javier cree que «no se llegará ni al 10 de agosto». «Si cayeran 30 litros de agua te salvan ese riego y puedes afrontar el final de campaña bien», aunque lo más previsible es que haya que «empezar a pelar antes, porque si no hay agua el lúpulo se empieza a secar».

La poca cantidad de agua afecta, inevitablemente, a la producción. El desarrollo del cono y de la flor se han ido frenando a causa de las altas temperaturas nocturnas y ha retrasado la maduración con respecto al año pasado, pero el lúpulo va a tener que recogerse para que no se eche a perder.

Si la producción desciende, lo hacen a su vez los beneficios y Lúpulos de León ha decidido plantarse y renegociar el contrato que tiene con Hopsteiner. Los costes de producción han aumentado un 40 por ciento, subida que no se ve reflejada en el precio final del producto. A lo largo de esta semana deberán llegar a un acuerdo para que ningún eslabón de la cadena de producción trabaje a pérdidas, que es lo que está ocurriendo en este momento.