José Ignacio García Barasoain: «Se estima que las indemnizaciones en la región son de 78 millones de euros»

Dos meses para que finalice 2022 ¿cómo ha ido el año para nuestro campo?

Difícil. En Castilla y León esquivamos los efectos adversos del evento meteorológico más dañino que este año ha azotado al campo español, que fue la helada de los primeros días de abril, y aun así contamos con unas indemnizaciones estimadas muy cercanas a los 78 millones de euros (en concreto 77,9), de las cuales, el 90% están abonadas a los productores asegurados. Esta cantidad ya supera en casi un 16% a la indemnización total con la que cerró 2021. Es previsible que pueda aumentar algo más por aquellos siniestros que se produzcan hasta que finalice el año y porque, hasta entonces, los seguros pecuarios seguirán generando indemnizaciones.

Este año hemos vuelto a sufrir sequía...

Sí, después de algunos años con escasa incidencia de este riesgo, hemos vuelto a sufrir las consecuencias de la ausencia de lluvias, que este año se han visto muy agravadas por unas temperaturas muy elevadas durante la primavera y el verano y los constantes golpes de calor. Como ejemplo destaca la situación inusual de este verano en Valladolid, donde en el mes de julio tuvimos 17 días seguidos con temperaturas por encima de 37 grados, con 3 días consecutivos por encima de 40 grados; y en agosto, 12 días seguidos por encima de 35 grados. Al final, la sequía ha sido el riesgo por el que más daños han experimentado nuestros cultivos, con una estimación de indemnizaciones de 49,5 millones de euros, de los cuales 48,7 corresponden a siniestros en cultivos herbáceos, fundamentalmente cereales. La suerte es que la situación vivida se parece más a la de 2019 que a la de 2017, que para nosotros fue devastadora, con indemnizaciones en cereal que alcanzaron casi 140 millones de euros por sequía. A continuación, las tormentas de pedrisco generaron más de 8 millones de euros en indemnizaciones, repartidos fundamentalmente entre los cultivos herbáceos y la uva de vino.

Ya que has mencionado la sequía de 2017, ¿temen que volvamos a sufrir una sequía tan severa?

No es algo que podamos prever, lo que sí es cierto es que nuestra experiencia nos dice que la sequía es un riesgo cíclico que suele encadenar años severos con años algo más benévolos. También hemos visto que cada vez pasa menos tiempo entre un año de sequía y otro. En España hubo una muy importante en 2005, la siguiente severa ocurrió en 2012 (siete años después). Sin embargo, entre esta y la siguiente pasaron 5 años, en 2017. A continuación, 2019 también registró daños por sequía, menos dañina que las anteriores, y ahora, en 2022, hemos vuelto a sufrir las consecuencias de una ausencia continuada de precipitaciones. Ya veremos en los próximos años qué ocurre.

¿Qué cultivos son los que han resultado más afectados?

Cuando tenemos sequía, los cultivos herbáceos, y sobre todo el cereal de invierno, suelen ser los más afectados. La indemnización en nuestra región para esta línea de seguro alcanza casi los 55 millones de euros, de los cuales 48,7 vienen provocados por la sequía. Es llamativo el caso del girasol, que cuenta con una superficie siniestrada de 167.000 hectáreas en Castilla y León, casi el 70% de la asegurada en la región. Los daños por sequía son muy intensos en este cultivo, debido a que buena parte de su desarrollo se produce durante el verano, y este año se ha visto muy afectado por la ausencia de precipitaciones. A continuación, los seguros pecuarios y de retirada y destrucción de animales superan los 16 millones de euros. Por su parte, la uva de vino es la tercera línea con mayores indemnizaciones, roza los 4 millones de euros (3,97 millones), cultivo en el que la sequía nos ha dejado otra situación inédita y es que por primera vez en Castilla y León este riesgo ha causado daños en uva de vino, hemos recibido siniestros en este cultivo, alrededor de 2.000 hectáreas...

A nivel nacional, la situación es muy complicada.

La verdad es que sí. 2022 no está siendo un año bueno. Comenzó relativamente tranquilo, aunque con miedo por la posibilidad de una sequía severa. A continuación, las lluvias de febrero y marzo aliviaron ligeramente la situación. El mes de abril nos trajo una helada devastadora fundamentalmente para la fruta del valle del Ebro y para cultivos del centro peninsular como el almendro. En total, este evento ha generado indemnizaciones de alrededor de 240 millones de euros, lo que lo convierte en el peor siniestro puntual de la historia del seguro agrario. Después, una ausencia casi total de precipitaciones durante la primavera y el verano, elevadas temperaturas y sucesivos golpes de calor, lo que además de afectar a los cultivos herbáceos, también ha dañado otros, como la uva de vino, olivar o cultivos forrajeros, entre otros. En total, la estimación para 2022 ya supera los 695 millones.

¿Creéis que el cambio climático está detrás de que episodios meteorológicos tan adversos sean cada vez más intensos y frecuentes?

Sí. Hoy en día, el cambio climático es un tema de conversación habitual. Cada año, se suceden los fenómenos meteorológicos adversos, casi siempre el siguiente peor que el anterior, y en momentos muy sensibles para el desarrollo adecuado de los cultivos. Es evidente que nos está afectando y tenemos que reaccionar, ya que somos muy vulnerables ante el aumento progresivo de la temperatura, y nos hace más propensos a sufrir inundaciones cuando llegan las lluvias o a que se produzcan tormentas más intensas, más violentas y con peores consecuencias. Hay que recordar que en los últimos años hemos vivido graves pedriscos, gotas frías en épocas del año poco habituales, nevadas y heladas históricas, récord de temperaturas altas, sin olvidar períodos prolongados de sequía.

¿Cuáles son los cultivos que se aseguran en esta época del año?

El otoño es momento para asegurar algunos de los cultivos más relevantes de nuestra región. Los más importantes son los cultivos herbáceos extensivos, que se puede contratar desde el pasado 1 de septiembre. Para esta línea, Agroseguro promueve de nuevo una bonificación del 5% para los agricultores que hayan contratado el seguro (módulos 1 ó 2 en secano) en la anterior cosecha y ahora lo renueven en las condiciones que marca esta línea de seguro. En Castilla y León, para obtener esta bonificación, los productores de cereal de invierno, leguminosas y oleaginosas (cártamo, girasol y lino semilla) tienen hasta el 15 de noviembre de 2022 para formalizar la póliza y obtener esta bonificación. El mismo día iniciaron su periodo de contratación los frutos secos y el olivar. Por su parte el seguro de uva de vino se puede formalizar desde el pasado 1 de octubre.

Este año los seguros incorporan algunas novedades…

Sí, el sistema de seguros agrarios, consciente de los daños sufridos durante 2022, y de la situación económica provocada por la invasión rusa de Ucrania, responde ofreciendo más apoyo al sector agropecuario. En el caso del seguro de cultivos herbáceos, se recoge la evolución actual de los precios y las previsiones de los mercados para 2023. Además, el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación ha aprobado un aumento de los precios de los cultivos herbáceos a efectos del cálculo del capital asegurado y también del valor de una posible indemnización por siniestro. También se refuerza el respaldo de las administraciones públicas al sistema de seguros agrarios a través de las subvenciones a las primas de los seguros En 2022, ENESA ha aprobado el incremento en 10 puntos porcentuales de la subvención base de la prima del seguro agrario, disponible para todas las pólizas de aquellas líneas de seguro que inician su suscripción entre el 1 de septiembre de 2022 y el 31 de agosto de 2023.

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