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Los brotes declarados de enfermedad hemorrágica epizoótica (EHE) en Asturias y, especialmente, Cantabria mantienen en alerta a la ganadería leonesa.
Hasta el momento no se ha declarado ningún caso en las montañas leonesas, lugar donde pasta el ganado extensivo, aunque se advierte de que « ... no hay ninguna zona que se pueda descartar» y los focos pueden aparecer ya «en cualquier sitio».
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Desde Asaja, José Antonio Turrado mira con confianza al otoño e invierno y a un descenso de temperaturas que aleje al mosquito del género culicoides que está provocando esta infección.
Se trata de una enfermedad que, como la lengua azul, se encontraba asociada al sur de España, pero el cambio climático ha llevado a latitudes más altas.
En Castilla y León, hasta el momento, no se ha limitado el movimiento de ganado y la única norma impuesta tiene que ver con aquellos animales que se desplacen a mercados, los cuales tienen que ser desinfectados y trasladados en vehículos también desinfectados.
Las medidas de protección pretenden evitar los daños económicos que la EHE provoca en la ganadería. «Los animales mueren», sentencian desde la asociación agraria. Con especial afectación al vacuno de carne y leche, las reses sufren un cuadro febril muy manifiesto que en porcentajes muy altos acaban con la vida del animal.
Cuando el ganadero se da cuenta de la situación y el animal manifiesta síntomas, comunes a otras enfermedades, el veterinario debe ser el encargado de diagnosticar el caso. Se trata de una enfermedad de difícil curación y con un tratamiento sintomático para recuperar al ejemplar afectado, que no tiene porque ser aislado ya que no se contagia entre animales, sino que lo hace el propio mosquito.
En UCCL, sin embargo, han advertido de que esta enfermedad ya está causando «numerosas bajas» en explotaciones ganaderas de vacuno en Castilla y León. Afecta a rumiantes, silvestres y domésticos, y en ningún caso lo hace en animales. Los síntomas son fiebre, lesiones en la mucosa bucal y cojeras por inflamación de los rodetes, lo que dificulta el acceso al agua y la alimentación. El virus suele afectar a entre el 20 y el 50 por ciento del rebaño. El sindicato pide a las administraciones que contemplen un protocolo que incluya compensaciones económicas y la desinfectación de instalaciones y animales.
La Unión del Pueblo Leonés ha registrado también una batería de preguntas a las Cortes de Castilla y León y solicita «medidas inmediatas» y ayudas para paliar posibles consecuencias. Además, advierten de la «amenaza» que supone la EHE por las pérdidas y graves consecuencias que supone para la ganadería.
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