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Carlos García, ganadero de ovino de Pollos (Valladolid), sujeta a uno de sus lechazos. Rodrigo Jiménez
El futuro incierto del lechazo ante el continuo cierre de ganaderías

El futuro incierto del lechazo ante el continuo cierre de ganaderías

A pesar de que en esta época del año siempre suben los precios y que también es un buen momento para la leche, cada vez son menos los que se quedan en un sector tan sacrificado

Silvia G. Rojo

Sábado, 25 de noviembre 2023, 00:00

La subida de precio de productos como el lechazo en esta época del año es todo un clásico. Cuando todavía no se han encendido las luces navideñas la presión se traslada a la cesta de la compra de un consumidor que no deja de lamentar « ... lo caro que está todo».

Dejando de lado la posible especulación, conviene reparar en algunos factores que, de manera directa, influyen este año en la subida de los lechazos y que salvo milagro, se van a agravar en los próximos años. Para muchos los lechazos están destinados a convetirse en uno de esos animales en peligro de extinción.

«Si valen dinero es porque no hay», sentencia el ganadero Fernando García Hernández, que junto con su hermano Carlos, mantiene una explotación de 2.400 ovejas en la localidad vallisoletana de Pollos. «Aquí da igual si sube el precio del pienso o de la luz, no pasa nada, la leche y el lechazo tienen buen precio ahora mismo porque se han vendido muchas ovejas», aunque en su planteamiento va más allá: «Ya pueden pagar a cinco euros el litro de leche o a 500 euros el lechazo, va a dar igual, nos vamos a quedar sin ovejas porque la gente no quiere este trabajo, es muy sacrificado y no está pagado con dinero».

La afirmación no es gratuita. A 1 de julio de 2018, había 10.821 explotaciones de ovino en Castilla y León y en la actualidad se contabilizan 10.608. No solo eso, el censo ha pasado de 2.952.723 cabezas a 2.282.893, casi 670.000 cabezas menos en cinco años, lo que lleva a la conclusión de que le número de lechazos disponibles no puede ser el mismo.

«Siguen cerrando ganaderos, estamos viendo que caen por edad, lo más normal, pero también vemos explotaciones que podían durar diez años más y cierran», añade José Antonio Martínez, responsable de ovino de leche de UCCL.

«El lechazo está muy bien de precio y la leche también, pero ordeñar dos veces al día es muy duro y la mano de obra está escaseando, entiendo que el trabajador busque otra cosa de lunes a viernes», reconoce.

Además de que hay menos ganaderos, considera que también influye la subida de costes en la reducción de lechazos y leche en el mercado, «algo que también está pasando en otros países de Europa». A 1 de julio, en la región se contabilizaban 1.591 ganaderos de ovino de leche por lo que «si en 2010 éramos 3.200 y vamos a cerrar el año con poco más de 1.500, la reducción es bestial y los ganaderos grandes que se queden no van a cubrir esa producción».

Precios históricos y cierres

Para Martínez, «da igual que los precios sean históricos porque la gente sigue cerrando, en cinco o seis años el sector se queda con cuatro ganaderos, en leche no vamos a quedar más de 500, además de por la edad, está la burocracia que nos come, y eso desanima a la gente».

El presidente de la IGP Lechazo de Castilla y León, José Luis Fraile, explica en relación al precio del lechazo que también está contagiado por «el ruido de la Navidad», y un momento en el que «la gente oye que está caro y está al precio que tendría que valer siempre». En estos momentos, dice que en la lonja de Segovia el lechazo de IGP se paga a unos 90 euros, «eso será a 19 0 20 euros el kilo para el consumidor, unos 125 o 130 euros el lechazo, y ese el precio al que estaba el año pasado en Navidad por lo que la previsión es que todavía pueda subir algo más». Fraile reflexiona sobre este hecho: «¿Cuánto puede ser esto, tres euros más? Tampoco es dinero en proporción a lo que ha subido todo».

Fernando García también hace sus cuentas. «Si el ganadero está cobrando el lechazo a 75 u 80 euros (el que no es de IGP), a ese dinero ya lo hemos cobrado, y pueden ser cinco u ocho euros más que otros años, pero si un ganadero medio tiene 300 lechazos eso son 2.400 euros y aunque es de agradecer, no es dinero».

Siente que en ocasiones se da la impresión de que «los ganaderos nos hacemos ricos con los lechazos y no es verdad, vale casi más la leche que se bebe el lechazo, a 1,50 euros/litro ahora mismo, y el lechazo se bebe 40 litros».

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