El futuro del campo leonés: «Queremos seguir luchando por lo que hemos vivido»

La quinta jornada de reivindicaciones del campo colapsó una vez más las calles de León. Organizados una vez por grupos de WhatsApp y sin contar con partidos ni sindicatos al mando, agricultores y ganaderos volvían a la capital leonesa con ganas de «ser escuchados».

«Todo el mundo come de nosotros y no se ve apoyo», así comienza a explicar Ian Puente sus motivos de protesta. Este jóven es agricultor desde pequeño y este martes subido a su tractor recorría una de las principales calles de la ciudad. Quinta jornada de protestas para agricultores y ganaderos que han conseguido bloquear de nuevo una ciudad que pide a gritos ser escuchada.

«La gente no ve que nosotros vivimos de esto y que ellos comen de ello», indica el agricultor que descarta una «saturación notable» en la paciencia de los agricultores. Puente conoce el oficio desde pequeño, porque es algo que «he mamado» desde niño. «No tenemos precios justos», añade el agricultor que comparte los motivos entregados en el manifiesto de agricultores el pasado viernes 2 de febrero en la sede de Subdelegación del Gobierno de León.

«En vez de ayudar lo que hacen es perjudicarnos a todos», sostiene una protesta a la que cientos de trabajadores se han sumado en esta nueva jornada que no ha sorprendido al joven ya que «era algo que se esperaba con el tiempo», porque «más tarde que pronto tenía que pasar esto».

Pero el testimonio de Ian es el primero de una larga lista Miriam Pérez, se desplaza desde la zona de Almanza, acompañada de su amiga, hija también de agricultores, sigue la manifestación en todoterreno sin perder detalle de las calles que ocupan los tractores. «No nos están dejando ganar nada, queremos seguir luchando por lo que hemos vivido toda la vida», indica la agricultora.

Una protesta que comparte la lucha por «poder ganar un poco de dinero en lo que estamos cultivando». Pérez tiene claro que la lucha no es «únicamente por su futuro», sino el de todo el mundo. «Todo el mundo come de lo que nosotros generamos», añade la agricultora que destaca las «pocas ayudas» y las «grandes dificultades» que esta situación genera. «La problemática no solo la tenemos los jóvenes, sino la gente que está quedando». indica la mujer.

Álvaro Mata llegaba a León en su tractor, acompañado de su hijo, recorría las calles de la capital en busca de «un futuro» para él, porque según asegura: «El camino que llevamos no va a tener futuro». Una situación «insostenible para el sector» donde los agricultores «no llegamos porque son todo gastos y lo que vendemos es muy barato».

Llegados desde diferentes puntos, Mata indica que «es algo que se veía venir porque lleva tiempo que viene de atrás». Una situación que para el agricultor es normal que haya «explotado» y que su hijo ha lamentado ya que él quiere seguir realizando la actividad de su padre.

Del ayuntamiento de Valdefresno también son varios tractores los que han acudido a la capital. Respetando las direcciones por donde las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado dirigían el tráfico, los agricultores accedían en caravana desde los diferentes puntos de la provincia. Con 32 años y dedicado a la agricultura desde hace años, Diego Tascón lo tiene claro, solo quiere «que nos dejen en paz». «Lo único que queremos es que nos dejen hacer nuestro trabajo como venimos haciendo hasta ahora», indica el agricultor que ha destacado un «aumento de trabas en el sector» y la indignación por «las normas impuestas que solo nos perjudican».Unas normas que él mismo admite «entiendo y tienen que existir», pero que actualmente no les da «libertad» para seguir realizando un trabajo como el que hicieron sus padres.

Un futuro incierto para el sector donde cientos de jóvenes se unen para apoyar a su familia y luchar por mejoras que les dejen «seguir apostando» por la vida que conocieron desde niños.

Pablo Nava y Sergio Llamazares, amigos desde la infancia y unidos por su «lucha en el campo» decidieron acudir a esta nueva jornada para luchar porque «les dejen trabajar agusto». Subidos al tractor de Nava y conectados por radiofonía con sus amigos repartidos en otros tractores, los jóvenes defendían «poder seguir con el trabajo de nuestros padres». Con la idea clara de «seguir siendo agricultores» explicaban la necesidad de tener soluciones ante trabas que no dejan que el sector se desarrolle.

Historias que, una vez más, muestran que no importa la edad, solo el motivo que los une y esta vez está claro «luchar por un futuro que nos da de comer a todos».

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