Europa plantea que el ganado viaje de noche si se superan 30 grados

«Cuando la temperatura exterior esté por encima de 30 grados quieren obligar a viajar entre las nueve de la noche y las diez de la mañana», explica Isabel Pinto, presidenta de la Asociación Nacional de Transportistas de Animales Vivos (Anta). «Será obligatorio conducir por la noche, con lo que eso supone, y reducir la densidad en un 20%, y eso también tiene un coste».

Lógicamente, este punto no afecta por igual a todos los países comunitarios, «no somos ni Noruega, ni Finlandia, ellos no tienen 30 grados, que aquí es muy normal, y lo que van a conseguir es que nos van a bloquear».

Pinto utiliza esta misma palabra, «bloqueo», para referirse a la reducción de horas. El borrador ahora publicado plantea reducir el tiempo de transporte de 21 a 24 horas, y dentro de ese periodo se incluye una hora de descanso y los tiempos de carga y descarga.

La presidenta de Anta pone el ejemplo de los lechones (animales con dos meses de vida) cuya producción es deficitaria en España y una buena parte se importa desde Holanda. «Si a esas 20 horas reales les quitamos otra de carga y descarga, con 18 horas no llegamos de Holanda al límite del norte deEspaña, esto nos podría bloquear esas importaciones».

Cuando se supere ese tiempo de 21 horas, la propuesta normativa marca una parada obligatoria en un centro para que los animales puedan descansar, comer y beber, «pero no existen centros en buenas condiciones, así que en un viaje de 24 horas nos iríamos a 48 horas y eso supone un aumento de costes, no tiene nada que ver con bienestar animal, se está buscando que no haya movimientos, nos vamos a quedar fuera del comercio de la Unión Europea».

Pinto recuerda que todos estos vehículos hacen el transporte con un sistema de ventilación ya regulado, «los vehículos están súper preparados, la normativa ya obligó a que vayan con GPS y se sabe en todo momento dónde estamos, también hay un control de temperaturas, estamos obligados a registrar temperaturas y posiciones».

Una voz en Europa

Desde este colectivo y en coordinación con asociaciones ganaderas e interprofesionales quieren llegar con una única voz a Bruselas y presentar alegaciones conjuntas a esta propuesta que, de seguir adelante tal y como está planteada, Pinto calcula que sería una realidad en 2025. «Vamos a intentar pararlo con una voz común, tenemos que trasladar el perjuicio económico que supone».

Desde la Asociación Nacional de Comerciantes de Ganado Porcino (Ancoporc) también han manifestado su «profundo malestar» ante las consecuencias que dicha normativa supondría para su colectivo «por cuanto se refiere a las reducciones de tiempo y capacidad de animales». Esta aplicación «supondría un desmesurado incremento de los costes que haría totalmente imposible el comercio intracomunitario como consecuencia de la imposibilidad de repercutir las subidas en los precios».