Un sostén en plena crisis por la covid-19

Como consecuencia de la pandemia de coronavirus, el Producto Interior Bruto (PIB) de Castilla y León registró en 2020 la primera caída de la producción tras seis años consecutivos de incrementos, según el número 5 del informe ‘Situación económica y perspectivas de las provincias de Castilla y León’ de Unicaja Banco, elaborado por Analistas Económicos de Andalucía.

De acuerdo a este estudio, en el conjunto del año pasado, la economía de la comunidad autónoma registró una caída de la actividad del 7,9% frente al incremento del 1,8% registrado en 2019. Esta caída del 7,9% es menor que el descenso registrado a nivel nacional, que fue del 10,8%.

Diferencial positivo

Esto fue posible gracias a la aportación, entre otros, del sector agrario. Y es que los expertos señalan que el mayor peso en la estructura productiva regional del sector agrario y de los servicios de no mercado explica, en gran medida, este diferencial positivo a favor de la comunidad. De acuerdo a estos datos, fueron el sector agrario, los servicios de no mercado y las energéticas las actividades que crecieron a lo largo del último año en la región.

En este sentido, desde Caja Rural de Zamora aseguran que el sector agrario y agroalimentario ha demostrado su fortaleza y representa «la despensa más importante de España».

«En las dos últimas crisis, se ha demostrado la fortaleza y estabilidad del sector agrícola, ganadero y agroalimentario de nuestra región y por ello somos un referente», ha destacado el director general de Caja Rural de Zamora, Cipriano García, convencido de que el presente y el futuro de la comunidad, y por supuesto el de la provincia de Zamora, está unido al sector.

El informe de Unicaja Banco recoge también las previsiones económicas de Castilla y León para el presente ejercicio 2021. En este sentido y dentro del contexto actual de incertidumbre, las previsiones tienen en cuenta dos escenarios, de forma que el crecimiento económico global de la región podría oscilar entre el 3,5%, en el escenario menos favorable, y el 5,4%.

Si descendemos a las provincias, la previsión de crecimiento para el presente ejercicio se situaría, por un lado, entre el 2,7% de Palencia y el 4,3% de Zamora en el escenario más adverso, y por otro, entre el 4,5% de Palencia y el 6,2% de Zamora y Soria en el escenario base.

En este sentido, hay que destacar que la previsión de crecimiento para 2021 está encabezada en ambos casos por Zamora, unos datos en los que seguramente tiene mucho que ver el hecho de que es una provincia eminentemente agrícola y ganadera, y con una industria agroalimentaria con destacadas cooperativas y empresas, un sector que ha resultado menos perjudicado en esta crisis que otros como el turismo, la hostelería y el ocio.

Cuestión de especialización

La importancia del sector queda reflejada en el último informe ‘Análisis sintético del sector agroalimentario de Castilla y León’, elaborado por la entidad Cajamar con datos de 2019. En él aparecen datos significativos como que la estructura económica de la región presenta «una clara especialización» en el sector primario.

El sector agroalimentario de la región está orientado hacia las producciones de tipo extensivo, con una participación de la mano de obra familiar mayor que en el conjunto del país. Los expertos explican que la extensión geográfica en la región ha condicionado, sin duda, la concentración de la producción de leguminosas, cereales o cultivos industriales.

Según los datos del informe de Cajamar, las principales producciones en valor de Castilla y León son los cereales seguidos por el porcino, mientras que las cabañas de vacuno y ovino son las más relevantes en relación a su aportación nacional.