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Queda menos de un mes para recoger la cosecha en la Denominación de Origen Ribera del Duero. A finales de septiembre está previsto que comience la recolección de uva que se hará generalizada entrado ya el mes de octubre. Las labores de la viña ... han terminado y, a partir de ahora, se mira al cielo y a la previsión meteorológica, para que la climatología remate lo que puede ser una gran añada en la Denominación de Origen Ribera del Duero.
La uva ya ha terminado de enverar y por delante queda un mes de septiembre «muy interesante» para la zona de calidad. Así lo detalla el viticultor Nacho Rincón, quien recuerda que se ha entrado en la recta final del trabajo de todo un año, el momento definitivo. «Lo que ahora va a dar carácter primero a nuestra uva y luego a nuestros vinos, es la amplitud térmica. Esa diferencia de temperatura tan amplia que hay en Ribera entre los días calurosos y las noches frescas. Esperemos que no haya cosas raras y a finales de septiembre se comenzará a vendimiar», detalla Rincón, mientras recorre sus diversos planteles situados en la localidad burgalesa de Moradillo de Roa. En las parcelas se erigen viñedos de diversas características. Tanto en vaso como en espaldera con presencia de cepas viejas y otras jóvenes de apenas seis años.
El aspecto sanitario de la viña y el fruto es extraordinario, pero el viticultor va más allá y muestra lo que esconde el subsuelo. Azadilla en mano, descubre el «regalo» que ha dejado la DANA de los primeros días de septiembre en el terruño de Ribera del Duero. Las precipitaciones que dejó el fenómeno meteorológico dejaron entre 40 y 50 litros por metro cuadrado en la zona. «A 20 centímetros, la tierra está húmeda. Al ser Ribera del Duero una de las últimas denominaciones de origen de España en vendimiar, la uva aprovechará muy bien ese agua y permitirá que no tengamos tantos problemas de sequía», desvela el viticultor de Ribera.
Sequía
El calor ha sido intenso en las últimas semanas de verano y la falta de lluvia de los meses estivales supone un riesgo de estrés hídrico para la viña. Las fuertes lluvias de hace unos días y algunas labores en la viña como el aclareo de racimos han ayudado a que la sequía no haya tenido consecuencias negativas. «En este viñedo en espaldera, un viñedo muy joven ya que es su sexto año, lo que se consigue eliminando tan pronto los racimos en verde, es que la ola de calor del final del verano, unida a la sequía, no le afecte. Como veis, un racimo por poda, se ha eliminado todo lo demás en verde», explica.
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El pasado 5 de septiembre fue el último día permitido por el Consejo Regulador de Ribera del Duero para realizar el aclareo de racimos en los viñedos amparados en el marchamo de calidad. En cualquier caso, Rincón defiende que llevó a cabo ese proceso, pronto, el 6 de agosto, para desarrollar las labores con el fruto en verde.
«En el viñedo en vaso también hemos hecho un pequeño aclareo para conseguir que los racimos estén juntos y para evitar pasar el número de kilos permitidos, ya que en Ribera se puede producir 7.000 kilos por hectárea. Después un deshojado para facilitar también maduraciones», narra.
Con todo listo en el campo, ahora queda esperar a la llegada de la recolección y confiar en que el tiempo acompañe en los últimos compases del ciclo. Un periodo que será definitivo en cuanto a la calidad del fruto. Comienza la cuenta atrás para la vendimia.
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