El 2022 se está presentando como un año muy complicado para muchos sectores. La agricultura y la ganadería es uno de los que más afectado se ha visto por la sequía. Y este fenómeno también ha arruinado el año de los apicultores.
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Un ciclo que ... definen como «catastrófico» desde la Asociación Leonesa de Apicultores y así lo remarca su presidente, Javier Morán en conversaciones con este medio. Morán recuerda que la campaña de la miel en este 2022 «había empezado muy bien» y hasta el mes de abril «había grandes expectativas». Una situación que cambió en mayo, donde la salud de las colmenas y la buena floración se complicó. «La bajada de temperatura y las heladas retrasó la reproducción de las abejas» en este periodo y aunque las colmenas fueron recuperando su fuerza el mes de julio dio la estocada final al sector.
La sequía complicó la floración y el exceso de temperatura hizo que las 'obreras' dejasen de trabajar. En plena campaña de recolección los datos son alarmantes. «Estamos acabando la recolección y se sacan 10 kilos por colmena», lamenta el apicultor y presidente de la asociación.
Unos datos que equivalen al 50% de rentabilidad, ya que «para que una colmena sea rentable se necesitan 20 kilos, por debajo estamos en pérdidas».
Morán representa a 1.508 apicultores de la provincia que en conjunto mantienen 42.000 colmenas, pero la situación es muy similar en todos los casos. «No hemos acabado del todo, pero todos con los que he hablado están en la misma situación», remarca el profesional que asegura que es «un año catastrófico total».
Y otro de los grandes problemas de este ejercicio han sido los incendios. «No podemos hacer nada con el clima ni los incendios que nos han tocado mucho en la zona del Bierzo», lamenta el apicultor. En este sentido explica a leonoticias que se intentará paliar la pérdida de miel con «el valor añadido de un producto que tiene muchos reconocimiento y premios» fuera de las fronteras de la provincia.
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El Bierzo es una de las zonas más castigadas. Y aquellas que tienen altitudes superiores a 1.000 metros, han tenido pérdidas menores, pero ninguna de ellas ha logrado cubrir gastos. Riaño, Boñar, Picos de Europa, la Cabrera o los Ancares son algunas de las zonas donde la recolección ha llegado incluso a los 15 kilos, pero siempre por debajo de los 20 que dan la rentabilidad.
Una situación que se alarga en el tiempo ya que en 2021 la media fue 18 kilos, en 2020 no superó los ocho kilos y en 2010 se situó en 10 kilos. «Llevamos años muy malos en cantidad, aunque muy bueno en calidad», asegura Javier Morán.
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A pesar de la situación, «la poca miel es de una calidad superior» a la recogida otros años, pero «es muy poca». Para paliar los gastos «intentaremos compensar con un aumento en el precio», pero no es una solución sencilla.
En este caso, tal y como explica Morán a leonoticias, en el pasado ejercicio «se puso mucha miel en el mercado» y también era «de buena calidad» por lo que «será complicado subir el precio».
En cuestiones sanitarias, las colmenas en están perfectas. «Hemos sido capaces con investigación de apicultores de la provincia y fuera de León llegar a rebajar la mortalidad por debajo del 10%», se congratula el presidente de Ala. Por todo ello, la asociación seguirá trabajando para que la miel cuente con un «sello de calidad y garantía» que ensalce el valor del trabajo de los apicultores leoneses y «que nos distinga».
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Países como Francia y Portugal son grandes compradores de la miel oscura de la provincia leonesa. Por ello, desde Ala piden «que se cuiden los montes y que se agilice la forestación» para seguir trabajando en un sector que ayuda a combatir la despoblación, colabora en la reproducción de las plantas y tiene mucho futuro en León.
Además insisten en recordar que «siempre nos hemos puesto a disposición de las administraciones para colaborar porque somos grandes interesados en el cuidado de los montes». Pero también miran a la administración autonómica en este momento para no perder lo que han construido.
«Cuando se hacen ayudas con heladas a los agricultores se olvidan de nosotros», lamenta Javier Morán. Pedirán una reunión con el consejero de Agricultura para tratar este tema en el próximo mes de septiembre El objetivo es que Agroseguro cambie sus polizas y las adapte a las nuevas formas de trabajar en la tierra, ya que «ahora es imposible que nadie contrate póliza de seguro, porque las carencias son inviables, tienes que tener el 40% de pérdidas para que te paguen el 60% y el coste de contratarla es inviable».
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