Los castellanos y leoneses destinan casi 12.000 hectáreas al cultivo de huertos familiares

En Castilla y León, según los últimos datos de la encuesta de superficies que elabora el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, se destinan 11.905 hectáreas al cultivo de huertos familiares. De esas hectáreas, 5.675 están consideradas de secano y las 6.190 restantes, de regadío.

En el municipio salamantino de Serradilla del LLano tiene su huerto Ángela Hernández quien ve en esa superficie una tradición familiar. «Siempre he cultivado el huerto, desde pequeña, porque mis padres tenían y en casa siempre lo hubo así que continuo con esa tradición«.

Recuerda que su madre dejó de cultivarlo hace 15 años, y desde ese momento se enfrenta a la tarea ella sola. «La base fundamental de un huerto es tener buena tierra, tenerlo bien abonado y que tenga mucho agua disponible para que en las épocas de mucho calor se riegue todo lo que requiera».

Ángela elabora todo tipo de conservas con lo que consiguiendo, «pimientos, pisto, tomate, pepinillos, lo meto en botes y luego tengo para todo el año».

Reconoce que en general, «sí que da trabajo, pero depende un poco de la época del año: en primavera es cuando más porque hay que sembrar, quitar las hierbas, sulfatar; en verano es otro tipo de trabajo, recoger y regar y en otroño, ararlo y mantenerlo para que esté un poco limpio para el año siguiente volverlo a sembrar«.

En los últimos años, también se han puesto de moda los huertos urbanos, aunque desde un punto de vista más social ya que en ellos, se entretienen jubilados u obtienen productos personas con menos recursos.