La Bañeza no recogerá remolacha hasta finales de año

Las molturadoras de la Comunidad ya han recibido 376.813 toneladas, lo que supone 364.813 estandarizadas a 16 grados. La planta de Olmedo acogió 134.733 toneladas hasta la quinta semana de campaña, con 15,57 grados y un descuento del 6,11 por ciento. Por lo que se refiere a las plantas de procesado de Azucarera Iberia, los datos que facilita la Consejería de Agricultura de la Junta indican que Toro recibió 203.592 toneladas con 15,75 grados y un descuento del 6,04 por ciento; y Miranda de Ebro, 38.488, con 14,52 grados y un 6,29 por ciento de descuento.

La campaña remolachera de la zona norte 2023/24 se inició con la apertura de la fábrica de Azucarera Ibérica en Toro el 3 de octubre de 2023. Miranda de Ebro abrió el 24 de octubre y la fábrica de La Bañeza no empezará la recogida hasta finales de diciembre previsiblemente, tras el cierre de Toro. Por su parte, Acor comenzó la campaña el pasado 18 de octubre de 2023.

Esta campaña se contrataron en la zona norte 26.880 hectáreas y 2.834.076 toneladas de remolacha estandarizada (16 grados), lo que supone un 59 por ciento más de superficie respecto a la campaña pasada. De esta superficie, un 91 por ciento está en Castilla y León y el resto, en Álava, Huesca, La Rioja, Navarra y Zaragoza.

La cooperativa Acor contrató para esta campaña 9.867 hectáreas y 1,1 millones de toneladas de remolacha tipo; 3.058 más que el año anterior, que suponen un ascenso del 45 por ciento de la superficie. El 95 por ciento de la superficie contratada por la cooperativa se cultiva en Castilla y León, con un cinco por ciento en Álava.

La empresa Azucarera Iberia contrató 17.014 hectáreas y 1,7 millones de toneladas de remolacha tipo, 6.941 más que el año anterior, lo que supone un aumento del 69 por ciento. El 88 por ciento de la superficie pertenece a Castilla y León y el 12 por ciento restante a Álava, Huesca, La Rioja, Navarra y Zaragoza. La fábrica de Azucarera situada en Toro contrató 6.295 hectáreas; la de Miranda de Ebro 3.173; y la de La Bañeza 7.545

El estudio aportado por el departamento que dirige Gerardo Dueñas explica que la meteorología de principios de campaña permitió que un alto porcentaje de las siembras se concentraran en el mes de marzo. Si bien, las heladas de finales de abril ocasionaron daños, obligando a realizar resiembras en algunas zonas. Las precipitaciones registradas en el mes de septiembre, en forma de tormentas, «beneficiaron» al desarrollo del cultivo.

En cuanto al estado sanitario, las mismas fuentes resaltaron la aparición de cercospora en fechas más tempranas de lo que es habitual y con una «mayor agresividad», lo que obligó a realizar tratamientos fitosanitarios contra esta enfermedad.

Por otro lado, desde la Consejería de Agricultura destacaron que se trata de la primera campaña en la que no está permitido el uso de insecticidas neonicotinoides, utilizados de forma generalizada en el tratamiento de las semillas. Al respecto, expusieron que esto ha supuesto intensificar la vigilancia por parte de los agricultores para poder identificar las plagas de forma precoz y la búsqueda de alternativas de tratamientos eficaces y viables para el cultivo. En este sentido, el Ministerio autorizó de forma excepcional algunos insecticidas sistémicos para el tratamiento de la remolacha.

Cabe recordar que el presidente de Acor, Jesús Posadas, advirtió esta semana de la baja riqueza que presenta la remolacha esta campaña, que se espera larga, a causa del hongo de la 'cercospora' y las persistentes lluvias de las últimas semanas.