Agricultores alertan de un repunte de topillos en zonas de Palencia y Valladolid

En el mes de enero, la Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural habló de una «posible situación de riesgo de ocurrencia de incrementos poblacionales», por lo que consideró fundamental «incidir en la prevención», y a día de hoy continúan las reuniones técnicas de seguimiento –ayer mismo se celebró la última–. «Sin restar importancia al tema», indican fuentes de la Consejería, se aprecia una situación «contenida» en lo que a poblaciones de topillos se refiere.

Diferente es la opinión de los agricultores palentinos, que señalan que se ha producido «un repunte» en la presencia del roedor. El presidente de Asaja Palencia, José Luis Marcos, explica que «cuando más daño han hecho ha sido a finales de diciembre y en el mes de enero, en febrero ha estado más paralizado y ahora vuelve a haber un repunte, que se nota, especialmente, en la zona cero, aunque hay en todos sitios».

César Infante, agricultor de Paredes de Nava, coincide en que los daños «se ven perfectamente en el cereal, que está todo nacido, hay más población».

En la zona de Bercero, en la provincia de Valladolid, el agricultor Rodrigo Díez añade que la presencia de topillos ha empezado a ser más preocupante «desde hace más o menos un mes, o quizás antes, lo que pasa es que no te lo quieres creer». En una de sus parcelas, a la que corresponde la imagen que ilustra esta información, «se puede ver perfectamente cómo el trigo está grande menos en la zonas donde ya han arrasado ellos». Considera que «quizás en las numerosas zonas donde hay placas solares tenga todavía más reservorio, como los conejos, pero lo cierto es que aparecen en cualquier parte».

Veinte años de estudios

José Luis Marcos lamenta que «este tema se lleva estudiando 20 años y no encuentran soluciones. No lo vamos a comparar con la pandemia, que tuvo soluciones rápidas, pero en nuestro caso, aunque hubiera sido más lenta, alguna ya tenía que existir para acabar con esta situación y con los daños».

También se queja de que los fondos que se destinan al estudio «sirven para no decirnos nada, cosas absurdas, nosotros buscamos soluciones y que se indemnicen los daños, porque cuando das parte al seguro varios años ya no quieren saber nada».

En términos similares se expresa César Infante. «Estamos igual que hace 15 años, aparecen y desaparecen ellos solos, no se hace nada, pero a mí lo que me gustaría saber es cuánto dinero se ha gastado después de tanto tiempo y a qué se ha destinado».También introduce otro aspecto que nada tiene que ver con lo económico y es el sanitario. «Lo más grave es el contagio de tularemia».