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La tragedia en el edificio okupa de Vigo se ha cebado con los miembros de una misma familia. Roxana y tres de sus hijos han fallecido en el incendio, mientras que su marido y su hija pequeña están muy graves. «Eran pobres y vivían como ... okupas. Seguramente eran los mejores del bloque», comenta una vecina de la calle Alfonso X el Sabio (donde han ocurrido los hechos), que desde hace años venía denunciando, como todos los residentes en la zona, las peleas y trapicheos de droga en el edificio: «Pero no por ellos. Roxana y su familia jamás dieron un problema».
El fuego se declaró sobre las cuatro de la mañana de este miércoles 11 de octubre. Las llamas se iniciaron en el portal de acceso al edificio y la humareda se extendió pronto por las escaleras hacia los pisos superiores, lo que se conoce como efecto chimenea, convirtiendo el edificio en una trampa mortal.
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Roxana y su familia residían en un piso de la cuarta planta. Según fuentes cercanas al caso, ella intentó bajar con tres de sus hijos por las escaleras, pero el humo se lo impidió, dejándolos atrapados. El padre intentó escapar con la pequeña -ocho años- por una ventana de cara posterior del bloque, desde donde fue rescatado por los bomberos mediante el uso de un vehículo autoescala provisto de una cesta.
La mujer, de unos 30 años, murió junto a los tres menores, que tenían entre 10 y 14 años. La niña fue evacuada en estado crítico al Hospital Álvaro Cunqueiro de Vigo, aunque posteriormente la derivaron a la Unidad de Quemados del Hospital de A Coruña. Su estado es muy grave, al igual que el de su padre, que continúa en la UCI.
«Insisto: nunca dieron un problema. No los conocía mucho, más allá del saludo al cruzarnos con ellos o con los niños. Los veíamos llevar o traer a los críos del colegio», expresa una vecina, que no puede reprimir la indignación: «Todos en el barrio sabíamos que iba a ocurrir una desgracia muy gorda. Y podía haber sido peor, porque hay más niños en el bloque». Una veintena de residentes del edificio lograron desalojarlo a tiempo.
Esa convicción nace de un problema con el que llevan más de «dos o tres años» conviviendo. «Hace unos meses prendieron fuego a un colchón, solo que en aquella ocasión ocurrió de día y el asunto no pasó a mayores. Los vecinos, que han denunciado la situación en multitud de ocasiones, se quejan de la inacción municipal y de los propietarios del bloque, que pertenece a »varios herederos« de familia viguesas. »Ahora vendrán todos los políticos a hacerse la foto y a decir que lo van a solucionar. ¿Solucionar qué? Para ellos [Roxana y su familia] ya no tiene solución«.
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