¿Vamos a los columpios o no? Qué hacemos con los niños ahora

«Menos drama en los grupos de WhatsApp por tener a los niños en casa y más sentido de la responsabilidad» es lo que recomiendan los pediatras

Viernes, 13 de marzo 2020, 09:44

El panorama está muy claro. Sin guarderías y sin colegios, con los niños en casa, toca buscarse la vida y procurar ser creativos para que, con los leoncillos 'sueltos' durante quince días, una hazaña digna de Tom Cruise en 'Misión imposible', el jaleo ... sea lo más llevadero posible, en especial para cubrir las necesidades de que aún no estén en edad de quedarse solos, sea el teletrabajo una opción para sus padres o no.

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Pero con el escenario cambiante a medida que pasan las horas y las restricciones paulatinas, surgen muchas dudas. ¿No pueden salir de casa? ¿Podemos llevarles a los columpios? ¿A una ludoteca? ¿El cine es una buena opción? ¿Y a una sesión de cuentacuentos? ¿Y esos talleres a los que le había apuntado en Semana Santa? ¿Noche de pijamas en casa de un amigo? Porque de entrada, y aunque haya abuelos dispuestos a bregar con ellos, no parece que unir niños potenciales aspersores del coronavirus con las personas a las que más y peor afecta sea la mejor idea. «Menos drama en los grupos de wasap por tener a los niños en casa y más sentido de la responsabilidad» es lo que recomiendan los pediatras.

Pantallas, sin pasarse

La tarea de conciliación puede resultar complicada mientras el padre o la madre teletrabajan, por ejemplo. Los niños en casa se aburren con facilidad y, generalmente, suelen interrumpir. El recurso más fácil es sentarles delante de la televisión con un videojuego o una tablet o con un móvil con acceso a internet. Esta técnica puede ser útil un rato, pero no es recomendable que pasen toda la jornada laboral de sus progenitores enganchados a las nuevas tecnologías. «Es importante que la rutina no varíe, es razonable que se levanten a la misma hora y que realicen actividades. Las actividades de los más pequeños son sobre todo sociales y las van a echar en falta, pero eso no quiere decir que se incrementen las horas de televisión o el uso de la tablet», apunta el psicólogo Francisco Estupiñá.

¿A los columpios? Pues... con mil ojos

Los pediatras se muestran partidarios de que los niños puedan jugar en unos columpios si están «siempre» vigilados por un adulto que se asegure de que se evite el contacto estrecho (compartir botellas de agua o juguetes que se llevan a la boca), y que se encargue del aseo de manos constante de los niños. Sin embargo, si están enfermos o en contacto estrecho con enfermos de coronavirus no deben acudir a los parques infantiles al aire libre, incluso si son infecciones leves. «La contención es muy complicada sin la responsabilidad de la gente» -sostiene Manuel Menduiña, de la plataforma Doctoralia- «y resulta difícil que los niños estén en el parque sin que estén interaccionando y jugando con otros niños».

Casas de amiguitos, ¡no!

«Si han cerrado los 'coles' no es para montar reuniones alternativas», indica Menduiña. «Por sentido común, si el objeto de que los niños no vayan al colegio es que no interaccionen con otras personas y puedan ser vector del virus. Lógicamente lo prudente sería que la gente se quedara en sus casas (incluidos los niños), sobre todo en los principales focos del país».

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Cines y restaurantes, manteniendo las distancias

Tampoco son buenas opciones por los mismos motivos. En su lugar, se recomienda pasear con ellos en espacios abiertos, evitar que socialicen con otras personas, y que mantengan al menos la distancia de un metro con otros niños o adultos.

¿Llevarles a un campamento urbano?

No es buena idea que asistan a campamentos organizados por empresas privadas con talleres y animación para entretenerles. La decisión de cerrar colegios se ha tomado para que no se propague el virus, y esta forma de cuidarlos lo que hace es crear miniescuelas, en las que están todos los niños juntos. Tampoco se aconseja acudir a cumpleaños que se organicen en recintos privados por el mismo motivo. Está claro que no van respetar las distancias de seguridad. Por supuesto, esto tampoco hay manera de controlarlo en parques de bolas de centros comerciales y de recintos infantiles.

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Sentarlos «a trabajar» como los padres

En el blog de Maternidad Continuum aparecen algunas ideas como, por ejemplo, darle al niño un teléfono antiguo o de juguete para pedirle que ejerza de secretario. De este modo, estará entretenido y, además, el padre o madre podrá vigilarlo mientras trabaja. Otra idea puede ser pedir a los niños que inventen una obra de teatro en secreto y prometerles que al finalizar el trabajo podrán representar la obra delante de los padres. También se puede recurrir a un clásico: pintar. Es mejor tener algún libro especial con siluetas para colorear. Además, cuando los niños son más mayores, se pueden aprovechar estos momentos de trabajo para que empiecen a coger hábito de lectura o, en caso de que tengan deberes, los padres pueden decirles que se sienten a «trabajar» como ellos.

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