La candidatura 'Menorca Talayótica. Una odisea ciclópea insular' ya está en la lista del Patrimonio Mundial de la Unesco, la organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura. Tras diez años de espera, con esta nueva inscripción España tiene ya 50 ... enclaves que son Patrimonio Mundial.
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Somos así «uno de los países con más bienes registrados en esta lista y uno de los más reconocidos a nivel internacional por la variedad, riqueza y calidad de su patrimonio» según destaca el Ministerio de Cultura, más que satisfecho con anuncio hecho este lunes por el Comité del Patrimonio Mundial reunido en Riad (Arabia Saudí). Solo los cinco primeros países de la lista de la Unesco superan el medio centenar de bienes declarados Patrimonio Mundial.
En la reunión del Comité en Riaf también se ha declarado Patrimonio Mundial la antigua Jericó, llamada también Tell es-Sultan, cuya candidatura fue presentada por Palestina, o el paraje natural del macizo forestal de Odzala-Kokoua, en el Congo.
El de Menorca es un caso excepcional de paisaje arqueológico y monumental vivo con una de las mayores densidades del mundo de yacimientos arqueológicos prehistóricos en territorio habitado. 'Menorca Talayótica' agrupa los nueve componentes con construcciones de una cultura insular que evolucionó en condiciones de relativo aislamiento.
Desde mediados de la Edad del Bronce hasta la ocupación romana, hay una rica muestra de monumentos y sitios prehistóricos, incluidos asentamientos, espacios funerarios, santuarios y lugares sagrados que han sobrevivido en excelente estado de conservación. Entre ellos enclaves excepcionales, únicos y exclusivos de Menorca, tales como las navetas de enterramiento, los recintos de taula, las monumentales casas circulares y los talayots.
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'Menorca Talayótica' aporta, además, el testimonio excepcional de una cultura prehistórica asociada al cielo. Las orientaciones de determinados monumentos ilustran la relación de esta cultura con el celaje. Otro rasgo excepcional es la armoniosa convivencia que las diversas construcciones ciclópeas desarrollaron a lo largo de la historia con sus pobladores. Monumentos insertados en un paisaje mediterráneo poco alterado con rasgos muy similares al de la Prehistoria.
«Las sucesivas tradiciones de la piedra, los originales patrones de asentamiento y la funcionalidad espiritual de los monumentos son el reflejo de una identidad propia. Constituyen un motivo de orgullo para la isla y, por tanto, se mantienen vivos en el paisaje de la Menorca actual», dicen los promotores de la candidatura impulsada por el Consell Insular de Menorca, el Ministerio de Cultura y Deporte, el Gobierno de Baleares y el propio Consell de Menorca.
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«El apoyo institucional y el excelente trabajo técnico han sido claves para conseguir con éxito su inscripción, tras la maduración de la candidatura a lo largo de más de una década», se destaca desde Cultura.
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