El Supremo refuerza la aplicación de la prisión permanente revisable en asesinatos de menores

El caso concreto resuelto se refiere al asesinato de Aarón, un bebé de dos años en Elche (Alicante), por el que fueron condenados su padrastro José Antonio P. V., como autor material de los golpes y el estrangulamiento, y la madre Cristina J. M. por consentirlo.

Esta decisión del Pleno, el órgano formado por los 16 magistrados que componen la Sala Segunda del Supremo, sienta doctrina y sirve para nutrir y esclarecer la jurisprudencia fijada hasta ahora sobre este tipo de casos.

El Tribunal Superior valenciano consideró que los castigados a 23 años de prisión -20 por el delito de asesinato y tres más por malos tratos habituales- llevaron al centro sanitario al menor, por lo que se aprecia la atenuante de reparación del daño y se respalda, además, el veredicto del jurado: que el padrastro «no quería directamente causar la muerte», sino que «tenía esa forma de educar» mediante el maltrato recurrente.

A la espera de conocer la sentencia del alto tribunal, la prisión permanente revisable solo puede imponerse por asesinatos en los que concurra una específica circunstancia agravante. La lista de supuestos es cerrada e incluye los casos en los que la víctima es menor de 16 años o cuando se trate de una persona especialmente vulnerable.