El servicio de incineración de las funerarias de Barcelona entra en situación de colapso

Solo en la capital catalana, la semana pasada fueron enterradas 200 personas al día, cuatro veces más que antes de que se desatara la pandemia. Hasta que llegó la crisis del Covid-19, las inhumaciones representaban el 46% de los servicios funerarios de la Ciudad Condal y las cremaciones, el 54%. Este porcentaje se ha disparado al 78% desde el estallido de la pandemia, 24 puntos más. Barcelona está preparada para asumir 80 cremaciones y 150 inhumaciones al día, según los datos aportados por el consistorio, por lo que ante el colapso, las funerarias cerrarán la lista de espera de las incineraciones y derivarán los difuntos a inhumaciones, en algunos casos provisionales.

Y es que,ya hay el doble de peticiones de incineración que capacidad crematoria. El problema añadido es que las familias deberán correr con el coste de ese entierro forzado que no querían hacer. Pasados dos años, el Ayuntamiento se compromete a que las familias que hayan tenido que optar por una inhumación no voluntaria puedan llevar a cabo la incineración sin coste adicional.

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COLPISA

La situación no solo es crítica en Barcelona. El Govern aprobó recientemente un decreto que fijaba un coste máximo para los servicios funerarios y preveía inhumaciones temporales para que las cremaciones puedan hacerse con posteridad. La consejera de Salud confirmó este martes el traslado de difuntos por parte de las funerarias de unas localidades catalanas a otras por la saturación de algunas zonas.