El Ministerio de Sanidad quiere tomárselo con calma antes de decidir qué hacer con la gran parte de los 2.154.675 españoles que han recibido la primera dosis de AstraZeneca pero a los que ahora se les veta la segunda la segunda porque en ... su inmensa mayoría tienen menos de 60 años. Todo ello porque que la estrategia de vacunación, en un principio, reservó los viales de la profilaxis británica para trabajadores 'esenciales' en activo. O sea, que en su práctica totalidad son policías, profesores o bomberos con menos de 65 años.
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Carolina Darias ya dejó claro tras anunciar el miércoles la suspensión de las inoculaciones a los menores de 60 años que no había, por el momento, un 'plan b' para esos más de dos millones de españoles que, en principio, se quedan sin la segunda dosis. Hoy, la titular de Sanidad reconoció que el Gobierno central todavía no tiene claro qué hacer con ellos. «Pido tranquilidad con la segunda dosis porque hay tiempo. Hasta principios de mayo no se va a producir el intervalo entre la primera y la segunda, por lo que estamos trabajando en el marco europeo y en la ponencia de vacunas para ver qué posibilidades hay», apuntó. «Hay tiempo para adoptar la mejor decisión y para seguir asegurando que las vacunas son seguras, eficaces y salvan vidas», abundó.
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Según revelaron hoy fuentes de Sanidad, los especialistas de la Ponencia de Vacunas han pedido a Sanidad poder analizar con detenimiento las opciones para esos de dos millones de trabajadores. Y efectivamente, creen que hay tiempo para la inmensa mayoría de ellos porque el protocolo marca que la segunda dosis de AstraZeneca puede demorarse entre 70 y 84 días, con lo cual el grueso de las personas que recibieron la primera toma no tendría que volver a ser inoculado ante de principios de mayo. De hecho, en todo el país solo hay 97 personas que han recibido las dos dosis, ya que la llegada de estos viales se fue retrasando y el grueso de las vacunación con AstraZeneca no llegó hasta marzo.
Sea como fuere, Darias insistió este jueves en que las opciones principales que se barajan son dos. Aunque ninguna de ellas, convence totalmente a los vacunólogos de su departamento. La primera, y siempre que «haya evidencia científica suficiente», es inocular una segunda dosis de una marca comercial distinta, una posibilidad que desde un principio se rechazó de manera tajante por los expertos de la Ponencia de Vacunas, pero a la que ahora se abren. Ya avisan desde este organismo- no hay literatura científica ninguna sobre este «cóctel» porque nadie ha hecho ensayos clínicos con dos tipos de profilaxis, sobre todo por la premura para conseguir la vacuna. En cualquier caso, en principio parecería «arriesgado» usar las vacunas de Pfizer o Moderna como recuerdo, ya que son profilaxis basadas en el ARN mensajero, mientras que la de AstraZeneca se fundamenta en el adenovirus del chimpace. La única similar sería la de Janssen, que debería llegar a España en los próximos días, que usa también como fundamento el adenovirus pero esta vez humano.
La segunda opción es dejar con una sola dosis a estos 2,1 millones de personas, confinado en en que la vacuna alcance el 70% de efectividad. No obstante, esta segunda posibilidad, explicaron fuentes de la propia Ponencia, probablemente obligaría a volver a inocular en el plazo de un año a los afectados, igualmente con otra marca, porque perderían demasiado pronto la inmunidad.
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En cualquier caso, en la propia Comisión de Salud pública en la que debaten los expertos vacunólogos no hay unanimidad. Varios de los expertos, desde el principio están apoyando que, a pesar del veto, al menos se inocule la segunda dosis de AstraZeneca a esos más de 2 de millones de personas que ya han recibido la primera toma, con independencia de si son mayores o no de 60 años. Se trata de una postura que defienden también todos los especialistas de la Comunidad de Madrid, la más beligerante con el cambio de estrategia. Esta tercera opción -revelaron fuentes de la Comisión- no ha sido «descartada totalmente» por la Ponencia, donde insisten en pedir más tiempo para valorar los pro y los contras.
Lo que sí parece tener claro el Gobierno es que, al margen de la suerte que corran esos trabajadores 'esenciales' que no han recibido la segunda inoculación, este nuevo contratiempo de AstraZeneca no va a variar el calendario vacunal. Tanto Carolina Darias, como la portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, aseguraron de manera tajante que el Ejecutivo mantiene la promesa de que a finales de agosto el 70% de la población (33 millones de habitantes) estará inmunizadas con la pauta completa.
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