El repunte de los contagios y la nueva variante alejan el final de la pandemia

La tasa más utilizada para medir la virulencia de la covid-19 tocó el mínimo de los últimos 13 meses el 14 de octubre. Ese día, la incidencia se quedó en 40,51 casos, pero desde entonces no ha hecho más que crecer. Así, se ha multiplicado más que por cuatro en poco más de un mes y ahora ronda los 170 casos, y subiendo: la incidencia a siete días, superior al 50% de la de 14 días, augura que el indicador seguirá al alza en las próximas jornadas.

Fue el primer índice que entró en los parámetros fijados para la 'nueva normalidad'. El 13 de octubre, el nivel de camas UCI ocupadas por pacientes covid se situó en el 4,96%, por debajo del 5% que fijaba una situación de riesgo mínimo. Pero el aumento de los contagios diarios desde finales de octubre ha acabado repercutiendo también en las unidades de cuidados intensivos, que ahora se encuentran por encima del 6,20%.

En verano se presentó como la llave que permitiría disfrutar de la hostelería y el ocio nocturno, pero el diferente criterio de los tribunales para aprobarlo o no tumbó las expectativas. Ahora, la historia se repite, en todos los sentidos. La división de los jueces e incluso problemas técnicos, como los que sufrió ayer Cataluña, han convertido esta herramienta en motivo de controversia. «Es una medida muy necesaria en esta situación epidemiológica, sobre todo, en los ambientes de ocio», afirma Fernando Moraga-Llop, vicepresidente de la Asociación Española de Vacunología (AEV).

La aparición de una nueva variante en Sudáfrica representa la peor pesadilla de los epidemiológos. Si las mutaciones se traducen en una mayor contagiosidad y en un escape a la efectividad de las vacunas, la pandemia podría volver al punto de partida. Las próximas semanas serán clave para determinar la gravedad de la nueva variante. «Por lo que sabemos, tiene un número muy grande de mutaciones, alrededor de 50, de las que 32 se encuentran en la proteína 'spike' y diez en el receptor, que es donde funcionan las vacunas. Por eso, existe el riesgo de que esta variante tenga un escape vacunal alto», señala Estanislao Nistal, virólogo y profesor de Microbiología en la Universidad CEU San Pablo.

El Ministerio de Sanidad y las comunidades autónomas decidieron el martes modificar el 'semáforo covid' y aunque no se incluyeron restricciones, por primera vez desde septiembre se discutió la posibilidad de fijar algún tipo de limitación. Sobre la mesa estuvo la posibilidad de recomendar el cierre del interior de la hostelería a partir de las 23:00 horas, el cierre del ocio nocturno a la 1:00 en territorios en riesgo medio o restringir el aforo en zonas interiores de bares y restaurantes. Los técnicos sanitarios dejaron la decisión para más adelante, pero el debate continuará si los contagios siguen aumentando.

También el martes, el Ministerio de Sanidad dio luz verde a la tercera dosis para las personas de 60 a 69 años. En principio, la medida se justifica en la pérdida de efectividad de las vacunas con el tiempo, pero los expertos plantean dudas sobre si la dosis extra debe extenderse a toda la población, como pide la Unión Europea. «No tiene sentido vacunar con tercera dosis a ciudadanos jóvenes y sanos mientras la cobertura en otros países no llega ni al 5%», apunta Moraga-Llop.

La autorización de la EMA a la vacuna para los niños de 5 a 11 años abre una esperanza, ya que este grupo actualmente marca la incidencia más alta, en el entorno de los 250 casos. Pero no está claro si los pequeños podrán vacunarse antes de Navidad. La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios anunció el jueves que las vacunas se distribuirán en la segunda quincena de diciembre.