La UE refuerza la cooperación para contener al coronavirus

Ese avance que parece incontrolable, la eficacia de las medidas de contención que se están aplicando, y las que podrían llegar a activarse si la situación empeora, marcaron la primera fase de un encuentro de trabajo que se prolongó cinco horas. Y en el que se acordó mejorar los mecanismos de respuesta para la detección precoz de casos, compartir recursos, proteger a los grupos más vulnerables y al personal médico, garantizar el abastecimiento de medicamentos y equipamiento sanitario y abordar compras conjuntas. Ya hay en curso una licitación en la que se han implicado veinte socios y «habrá convocatorias conjuntas para otros productos médicos en los próximos días», explicó la responsable de Salud de la Comisión Europea, Stella Kyriakide.

Coordinación y cooperación. Nada contradictorio, se insiste desde Bruselas, con el hecho que cada Estado miembro (y dentro de él en distintas regiones) esté respondiendo al impacto del coronavirus con medidas distintas que responden a la situación particular del brote. El cierre de colegios y universidades en Italia, por ejemplo, aún no es aplicable en otros países. Pero sí se ve como «una experiencia de la que extraer lecciones», explican desde la Comisión.

El ministro Salvador Illa descartó replicar la medida en este momento en España. «Si hacemos lo que tenemos que hacer, estamos en condiciones de contener la expansión del virus en nuestro país, según nos dicen los expertos. Pero evidentemente -añadió- no podemos descartar ningún escenario. Si hay que tomar medidas diferentes las vamos a tomar y las vamos a comunicar a la población», expresaba a su llegada a la capital comunitaria.

La responsabilidad personal con las normas de higiene, la tranquilidad y la solidaridad para superar la crisis sanitaria impregnaron también los mensajes sobre «la amenaza colectiva e individual que plantea el virus». Y que requiere el combate en muchos frentes. El de la investigación, fundamental.

El Ejecutivo comunitario lanzaba este viernes una inyección adicional de 37,5 millones de euros para el desarrollo de vacunas, tratamiento y pruebas de diagnóstico para evitar la propagación del COVID-19. Se han seleccionado un total de diecisiete proyectos, en los que están implicados 136 equipos de investigación de la UE y terceros países.

Y todo en una semana marcada en las instituciones comunitarias por una sucesión de cancelaciones de eventos que se precipitó el miércoles, tras confirmarse el primer caso de contagio por coronavirus, el de un funcionario de la Agencia Europea de Defensa que había estado en Milán. Horas después se reconocería el positivo de un empleado del Consejo que tuvo contacto con él tras regresar de Italia. El Parlamento Europeo, que la pasada semana decidió suspender visitas y otras actividades ajenas a su labor legislativa, anunciaba la noche del jueves que el pleno programado en Estrasburgo se celebrará finalmente en Bruselas «por precaución». No habrá desplazamiento a la ciudad francesa.

Y ayer, coincidiendo con la celebración del consejo de ministros de Sanidad, también «por precaución», tuvo que suspenderse la reunión de los embajadores permanentes de la UE porque la representante croata (el país que ostenta la presidencia rotatoria de la UE) había estado en contacto con uno de los enfermos antes citados y que ya están siendo tratados del virus. La afectada tuvo que iniciar el periodo de cuarentena sin que se haya confirmado si es portadora del Covid-19.