Quemaduras solares: prevención

Piel enrojecida, dolor al tacto, escozor, picor y, en algunos casos, hinchazón.

Las quemaduras solares son fáciles de detectar, bien porque el que las sufre identifica fácilmente la causa o bien porque son tan frecuentes que cualquiera puede diagnosticarlas.

Dependiendo de la gravedad de la quemadura de sol y la exposición solar, los síntomas pueden llegar a ser más evidentes, dolorosos e incluso llegar a provocar insolaciones o ampollas.

Tras la quemadura solar, habitualmente se da descamación y desprendimiento de la zona de 5 a 7 días después de la afección.

Las quemaduras de sol no solo son molestas, también pueden llegar a provocar daños de hasta primer o segundo grado en las zonas del cuerpo expuestas a la radiación solar.

-Quemadura de sol primer grado: síntomas descritos como enrojecimiento de la piel, sensibilidad y dolor al tacto e hinchazón leve.

-Quemadura de sol segundo grado: empeoramiento de los síntomas descritos en las quemaduras solares de primer grado, incluyendo además ampollas. Las ampollas por quemaduras de sol son más comunes de lo que parece, y evidencian inequívocamente una quemadura de segundo grado que constituye una lesión cutánea grave.

Se ha demostrado ya que la exposición al sol -y, por supuesto, las quemaduras solares que esta puede llegar a suponer- es la correlación más clara y directa con enfermedades graves como el carcinoma basocelular y el carcinoma de células escamosas, los dos cánceres de piel más comunes no relacionados con melanomas.

En el caso de llegar a sufrir ampollas por quemaduras de sol, se estaría hablando ya de una quemadura de segundo grado, el máximo que la radiación solar puede llegar a provocar en la piel. En este caso las secuelas a largo plazo pueden conllevar un melanoma, un tipo de cáncer que se estima que el 2,6% de la población puede llegar a sufrir a lo largo de su vida. La Fundación del Cáncer de Piel lo deja claro: si una persona sufre cinco o más quemaduras solares a lo largo de su vida, el riesgo de padecer un melanoma se duplica.

Y ahora, la parte más importante, ¿cómo prevenir las quemaduras solares?

La prevención de quemaduras solares es la parte más sencilla de llevar a cabo. Mucho más que curarlas y mucho más que sufrirlas.

Las acciones preventivas están al alcance de todo el mundo, y la más útil de todas es también la más frecuentemente mal aplicada: la crema solar.

La crema con factor de protección solar es conocida y demandada por la mayor parte de los fanáticos del sol, pero ¿se usa bien?

No solo no se usa correctamente, sino que hay un porcentaje de la población que no lo usa en absoluto. De hecho, según un estudio de la Asociación Española Contra el Cáncer más del 20% de los españoles afirma no usar ningún tipo de protección solar.

Según estudios, las medidas de prevención más eficaces contra las quemaduras solares son:

-Aplicar el protector solar, como mínimo, media hora antes de la exposición.

-Reaplicar protector solar cada 2/3 horas. Siempre dependiendo de la exposición solar.

-Medir la cantidad de crema solar apropiada : aproximadamente dos dedos para la cara y la cantidad equivalente a dos cucharadas soperas para el cuerpo.

-Evitar las horas de sol más intenso -entre las 10h y 16h- y, siempre que sea posible, estar a la sombra o usar ropa que proteja la mayor cantidad posible de piel.

Los remedios para quemaduras solares son diversos y pueden adaptarse a la gravedad de la quemadura. Entre ellos:

-Hidratación constante de la zona con cremas específicas o aptas para piel sana

-En caso de dolor persistente, es posible tomar algunos analgésicos, siempre consultando con un especialista y tomando la dosis mínima necesaria para apaciguar el dolor.

-Poner un paño húmedo y fresco en las zonas con quemaduras solares. Esto aliviará el escozor y el posible picor.

-Beber grandes cantidades de agua para compensar la pérdida de hidratación y líquidos.

-De haber infección de la quemadura, acudir a un profesional para que recete los antibióticos pertinentes.