La pandemia sigue retrocediendo en España y baja ya de los 8.000 casos

«Estamos en una fase de descenso después de haber estado unas tasas elevadísimas de 700 por cada 100.000 personas. Seguimos, no obstante, en situación de un riesgo alto todavía, pero la tendencia va descendiendo», explicó Fernando Simón, evitando lanzar cualquier mensaje triunfalista que pueda invitar a la relajación a las puertas de una Navidad que se presenta como un momento crítico. «Esto no nos tiene que engañar, estamos con unas incidencias muy por encima de lo deseable. La incidencia acumulada (IA) es de 188 casos por 100.000 habitantes en 14 días. Siguen siendo cifras elevadas. Cualquier despiste nos puede causar incrementos exponenciales«, insistió este jueves el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias.

Simón hizo por contener la alegría, pero el hecho de que la IA por 21º consecutivo siga en descenso y sin aparentes signos de haber tocado suelo es una situación que los expertos de Sanidad creen «muy positiva», aunque recuerdan de manera machacona que la situación ideal para convivir con el virus hasta la llegada de la vacuna sería no superar los 25 casos por cada 100.000 habitantes.

«La evolución es buena, pero vamos todavía muy lentamente a una situación de desahogo del sistema hospitalario«, destacó Simón, quien insistió en que el fuerte descenso en los contagios todavía no tiene una traslación tan intensa en la presión al sistema asistencial. De hecho, este jueves bajaron todos los indicadores hospitalarios, pero en mucho menor proporción que los casos. Los pacientes ingresados por covid cayeron hasta los 11.965 cuando hace solo un mes era prácticamente el doble, pero la ocupación en planta de enfermos con coronavirus solo descendió de un 9,91% del miércoles a un 9,64% hoy. Parecido ocurrió con la ocupación de las camas de UCI que se redujo solo unas décimas pasando de 22,93% al 22,44%.

El director del CCAES se esmeró en dejar claro que con este panorama todavía inestable no es descartable que una Navidad relajada pueda desatar una tercera andanada antes de que una vacuna pueda atajarla. «Tenemos que mantener la guardia para evitar la muy poco deseable tercera ola», insistió antes de explicar que España, al estar más avanzada que el resto de los países europeos y ya con medidas de desescalada bastante generalizadas que no se están dando todavía en el resto de la UE, es más fácil que pueda verse atrapada por otra embestida antes de que comiencen las campañas de inmunización masivas. «Estamos en riesgo de poder observarlo en nuestro país, mientras que en otros países pueden empezar a solapar la vacunación con esa tercera ola«, apuntó.