La pandemia en España parece momentáneamente estabilizada en lo que los expertos califican de «meseta», aunque persisten los indicios del riesgo de repunte inminente. La incidencia acumulada (IA) nacional, el indicador más fiable sobre la tendencia de la epidemia, escaló apenas unas décimas en ... comparación con los datos del jueves, últimos disponibles antes del puente, pasando de 128,17 a 128,71 casos cada 100.000 habitantes en los últimos 14 días. La incidencia lleva ya una semana moviéndose en la horquilla de una décimas arriba y abajo, una situación que no se había dado nunca antes en la serie histórica.
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El número de casos tampoco dio una pauta clara más allá de que el país se encontraría en esa meseta. Sanidad sumó 16.471 nuevos positivos en las últimas tres jornadas, una media diaria de 5.490 contagios, unos guarismos similares a los que España se viene moviendo desde que a principios de marzo el descenso de los casos se ralentizara e, incluso, se frenara.
El coronavirus, en datos
Pero, un día más, en las estadísticas de Sanidad hubo indicios de que el país puede estar asomándose a ese temido repunte que podría ser la antesala de la cuarta ola. Y es que a pesar de que los casos siguieron sin dispararse después de que la caída de la transmisión tocara suelo hace días, lo cierto es que la incidencia acumulada a 14 días subió en 12 de las 17 comunidades, además de en Ceuta. Solo disminuyó o se mantuvo en Asturias, Cantabria, Comunidad Valenciana, Madrid, Melilla y Murcia. Además, la IA a 7 días siguió incrementándose a un ritmo ligeramente superior a la de 14 días, lo que también parece anticipar un futuro incremento moderado.
Al margen de la diversas incidencias, el dato más inquietante que dejó el día fue el mayor crecimiento absoluto de la positividad (el porcentaje de pruebas positivas sobre el total de realizadas) desde el fin de la tercera ola. Este parámetro, que en el Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias (CCAES) se escruta cada día para intentar prever tendencias, creció del 5,35% al 5,53%, un incremento que no se veía desde mediados del pasado enero.
«Ya hay datos que pudieran apuntar a un cambio de tendencia», constató la ministra de Sanidad, quien no descartó que el Gobierno y las comunidades puedan todavía acordar “medidas más restrictivas” de las ya pactadas para Semana Santa. “Estamos cerca del final pero nos queda todavía un trecho. El virus no está derrotado”, insistió Carolina Darias, quien recordó a las autonomías que en cualquier momento, por su cuenta, pueden endurecer las medidas ya pactadas en el Interterritorial.
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"La tendencia es ascendente, está aumentando la transmisión y, si no se corrige, tendremos subidas en la incidencia en las próximas semanas", insistió por su parte María Jesús Sierra, número 2 de Fernando Simón en el Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias.
También preocupante fue el ligero aumento de la presión asistencial, que después de semanas de descenso gracias a la fuerte caída de los casos volvió a la senda alcista. En los tres últimos tres días creció el número de pacientes ingresados por covid de 7.841 a 8.010; el porcentaje de ocupación de camas de enfermos por el virus pasó de 6,27% a 6,43%; y el de puestos de UCI de 5,35% a 5,53%.
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También aumentaron de forma inquietante las cifras de mortalidad. Sanidad sumó a sus estadísticas 633 nuevas víctimas a su balance total, que ya se sitúa en 73.543 fallecidos.
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