El Gobierno se rectifica a sí mismo en tiempo récord y dejará a los niños dar «paseos»

Después de que en la sobremesa la portavoz del Ejecutivo, María Jesús Montero, dejase boquiabierto a todo el país al asegurar de forma tajante que los pequeños en ningún caso podrían disfrutar de un paseo o una carrera en la calle porque las salidas tenían que estar «tasadas» y tener una «causa previamente delimitada» como la de ir al 'super', al ministro Salvador Illa le ha tocado desmentir al propio Gobierno ya caída la noche, dando un giro de 180 grados al proyecto inicial para terminar dando luz a que los pequeños puedan salir para disfrutar de algo parecido a un momento lúdico a partir de la semana que viene.

El titular de Sanidad ha asegurado que emitirá una orden que permitirá que los pequeños menores de 14 años «puedan dar paseos». Illa, tras la crítica unánime de toda la oposición y de la inmensa mayoría de los expertos, ha destacado que el Ejecutivo «escucha». «Dar paseos es dar paseos», ha especificado, dejando claro que el menor no tendrá que ir con su padre, madre o tutor obligatoriamente a un establecimiento comercial para poder abandonar su domicilio.

El responsable de Sanidad, no obstante, no ha querido dar más pormenores sobre cómo serán esas salidas de los niños tras la rectificación exprés. Ha señalado que antes del fin de semana el Gobierno dará instrucciones para especificar las normas de esos «paseos».

La rectificación del Gobierno ha tenido lugar después de una tensa reunión durante la tarde entre el propio Illa y el vicepresidente segundo del Ejecutivo, Pablo Iglesias, de quien depende directamente la Dirección General de Infancia. Ambos se han enfrentado una vez concluido el Consejo de Ministros, al que los dos habían asistido, y que había acordado (en principio de manera unánime) que los niños no iban a disfrutar de salidas lúdicas y que tampoco habría el «rato al día de aire libre» que prometió Pedro Sánchez.

Illa ha intentado, dentro del escaso margen que tenía, aparentar que el permiso para los paseos de los niños no era una autorectificación en toda regla y ha tratado, con poco éxito, negar la evidencia: que el permiso de salida de los menores ha abierto la enésima brecha en el Gobierno de coalición.. «El decreto ley de ampliación del estado de alarma que mañana (por este miércoles) el presidente va a presentar al Congreso me habilita para tomar ciertas decisiones» y la primera de esa decisiones, ha apuntado el ministro, ha sido la de permitir los paseos lúdicos que solo horas antes negaba de manera tajante la portavoz del Ejecutivo desde el mismo atril que ha comparecido horas después el propio Salvador Illa. «No es una rectificación», ha apuntado ante las insistentes preguntas sobre la posibilidad de un nuevo cisma y de un nuevo golpe de timón en plena crisis sanitaria.

El sorpresivo acuerdo primigenio del Ejecutivo que luego el propio Gobierno ha laminado no había sido puesto en cuestión por los ministros de Podemos en el seno del Consejo de Ministros, según explican fuentes del Ejecutivo. Ese primer proyecto dejaba claro que no habría columpios ni carreras ni bicicletas ni pelotas ni patinetes. Ni siquiera juegos callejeros aunque fueran en soledad. Todo ello porque los niños de hasta 14 años (y no 12 como anunció en un principio el presidente del Ejecutivo) únicamente iban a poder salir acompañados de un solo adulto a partir del próximo lunes, pero exclusivamente para ir de la mano con su progenitor, tutor o cuidador a las actividades que ya se le permitían a éste en el actual estado de alarma, como ir al supermercado, a la farmacia o a entidades financieras. Con esas mimbres, la única escapatoria de cierta 'diversión' para los más pequeños era la de poder pasear junto al mayor mientras sacaban juntos al perro.

«No estamos relajando las medidas de contención. Es solo un alivio parcial del confinamiento«, había querido dejar meridianamente claro la portavoz antes del desmentido nocturno de su propio Gobierno.

La decisión inicial del Ejecutivo de Pedro Sánchez de limitar las salidas de los niños al acompañamiento de los adultos había sorprendido a todos los técnicos, ya que esta fórmula no había sido planteada por ninguno de los expertos ni por las comunidades autónomas. Este método era muy polémico sobre todo porque ir a hacer la compra supone acudir a lugares especialmente concurridos en los que los pequeños -muchos de los cuales son transmisores asintomáticos- podrían contagiar al resto de la población. De hecho, según los estudios más recientes, buena parte de las nuevas infecciones están teniendo como foco los escasos lugares de confluencia social como son los supermercados o transportes.

Y es que este «decreto sencillo» de «alivio del confinamiento» de los menores, como lo había denominado Montero antes de la rectificación, en realidad, no establecía un régimen de salida de los niños con unas reglas tasadas, tal y como pedían los especialistas, sino que era una simple autorización para que los más pequeños pudieran ir con sus padres y tutores a hacer gestiones exclusivamente de adultos.

Montero primero pero luego también Illa no han aclarado la multitud de interrogantes surgidos a raíz de los anuncios contradictorios de hoy del Gobierno sobre los niños, tales como, por ejemplo, si los menores deben llevar mascarillas en esas salidas, cuántos niños pueden abandonar el domicilio bajo la supervisión de un solo adulto o qué pasa con los adolescentes de entre 14 y 18 años, a los que la portavoz, en la práctica, ha encuadrado en el grupo de los mayores de edad con la posibilidad de poder moverse por la calle con las mismas limitaciones actuales de un adulto.