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Melchor Sáiz-Pardo y Álvaro Soto
Madrid
Martes, 13 de abril 2021, 08:22
El Ministerio de Sanidad investiga el fallecimiento a primera hora del lunes en Toledo de un docente de 30 años con episodios de graves trombos y sin antecedentes de embolias conocidos que había sido inoculado con la vacuna de AstraZeneca el pasado 1 de ... abril, Jueves Santo.
Según han informado fuentes sanitarias, el caso está siendo analizado por el Sistema Español de Farmacovigilancia de medicamentos de uso Humano (SEFV-H) de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios después de que el Hospital Universitario de Toledo lo notificara a las base Fedra, como un posible capítulo de efectos adversos de la profilaxis de la Universidad de Oxford.
El profesor, que era un interino de la Universidad Laboral de Toledo, se inoculó el 1 de abril en el hospital del Polígono convertido en vacunódromo para trabajadores esenciales. El viernes 9 ingresó en la UCI del centro médico, aquejado de graves trombos. Tras cuatro días en cuidados intensivos en Hospital Virgen de la Salud y en estado grave acabó falleciendo.
Según informó el lunes el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, en España se han detectado 12 casos de embolias entre personas vacunadas con AstraZeneca tras haberse administrado ya más de 2,5 millones dosis. No obstante, Simón aseguró que no todas estos trombos se deberán a la vacuna, ya que «algunos probablemente serían esperados incluso sin vacunar».
Más información
La pasada semana la Agencia Europea del Medicamento (EMA) certificó que sus estudios han hallado un «posible vínculo» de AstraZeneca con los casos «inusuales de coagulación sanguínea reportados en algunas personas que recibieron esta vacuna» después de que su Comité de Evaluación de Riegos de Farmacovigilancia (PRAC) estudiara 228 episodios de embolias (169 cerebrales y 59 abdominales), entre ellos 18 casos de muertos entre los inmunizados con el suero británico.
Los nuevos informes de la EMA que subrayaban cierta prevalencia de embolias entre vacunados de más de 55 años y mujeres hicieron que el Ministerio de Sanidad diera el 8 de abril un giro radical a su estrategia y prohibiera administrar la vacuna por debajo de los 60 años, cuando hasta ese momento esta profilaxis estaba reservada exclusivamente para las personas de menos de 65 años por la falta de ensayos previos en personas de más edad.
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