León enseña a sus ciudadanos técnicas de primeros auxilios en situaciones de paro cardiaco

«No tratamos de suplementar al médico, sino dar esa pequeña información que permite salvar vidas y muchas veces no se hace por falta de conocimiento», ha explicado Pedro Llamas, en una actividad que este año ya ha atendido a más usuarios que en todo 2016.

Lo primero es determinar si la persona está consciente o no. Si ocurre lo segundo, habrá que evitar que la víctima se trague la lengua –puede empujar la glotis, echarla para atrás y ahogarse- y le provoque el ahogamiento. Posteriormente, hay que asegurarse que el viandante respira y llamar al 112 para que los sanitarios intervengan.

El objetivo de los ciudadanos será presentar a la víctima en las mejores condiciones posibles al personal de emergencias.

Y, ¿qué hacer si no tenemos un desfibrilador cerca? El instructor en reanimaciones, Emilio Blanco, tiene claro que lo más importante es «no echarlo de menos –al desfibrilador». La intervención del ciudadano consistirá en un masaje cardiaco y ventilación. «30 compresiones torácicas, dos ventilaciones y, cada dos minutos, observar la situación y avisar a los servicios médicos para que lleguen cuanto antes».

Actualmente el Ayuntamiento de León trabaja por convertir a la ciudad en un espacio cardioprotegido y ya cuenta con 13 desfibriladores. «Estamos incorporando dos por año en colegios, edificios públicos, policía, bomberos y queremos concienciar a entidades privadas y establecimientos para crear un mapa de desfribriladores».

Esta jornada es la tercera ocasión en la que la Concejalía de Salubridad saca a la calle esta carpa informativa que suele tener una gran acogida entre los leoneses.