El INE apunta a que el virus se habría cobrado 15.000 muertos más de los que reconoce Sanidad

Aunque el INE no establece los motivos de las defunciones, todos los expertos apuntan a que solo el coronavirus puede explicar este fuerte aumento de decesos. Y la diferencia con las cifras del departamento que dirige Salvador Illa es notable. Hasta el 24 de mayo, Sanidad había registrado como fallecidos por la Covid-19 un total de 28.752 personas. O sea 15.193 fallecidos menos que los que aparecen en el INE, que recoge un 52% más de decesos que los que contabiliza el Gobierno.

Las estimaciones extraídas del INE son muy parecidas a las del primer gran estudio sobre mortalidad en la pandemia realizado fuera del Gobierno, el de la Asociación Española de Profesionales de los Servicios Funerarios (Aesprof). Este colectivo sostiene que el número real de fallecidos por coronavirus en España desde el 14 de marzo hasta el pasado 25 de mayo es de 43.985. Se trata de una cifra superior en un 56,6% a la reconocida por el Ministerio de Sanidad, que para ese período solo admite el fallecimiento de 28.109 pacientes, o sea 15.876 decesos menos.

El INE, no obstante, insiste en que «dado que estos datos reflejan la mortalidad sin distinguir causas, no se puede medir de forma exacta el impacto de la pandemia de la Covid-19, pero sí se observa un considerable aumento en el número de defunciones en España».

De acuerdo con este informe, la semana con mayor número de defunciones fue la 14 (que comprende del 30 de marzo al 5 de abril) con 20.575 personas fallecidas, un 154,6% más que en la misma semana de 2019. Precisamente en esos días, según los datos de Sanidad, se alcanzaron las mayores cotas de mortalidad. En concreto el 2 de abril se registraron 950 fallecidos, siempre según las cifras del Gobierno.

De acuerdo con el INE, durante las semanas 12 a 16 (desde el 16 de marzo al 19 de abril) el incremento de defunciones fue siempre superior al 50%. En la semana 21, última estudiada, el número de defunciones se estima en 7.470 personas, cifra similar al de la misma semana de 2019, cuando hubo 7.429 fallecimientos.

Por comunidades autónomas, los mayores aumentos de defunciones en las 21 primeras semanas del año se dieron en la Comunidad de Madrid (72,7%), Castilla-La Mancha (58,0%) y Cataluña (41,0%). Por el contrario, los menores incrementos se observaron en Baleares (0,5%) y Murcia (1,1%). En concreto, en Madrid se produjeron o 35.647 fallecimientos, frente a los 20.636 del año pasado; en Castilla-La Mancha se registraron 13.571, en comparación con las 8.591 de 2019; y en Cataluña 39.539, frente a 28.045 el año anterior.

Se da la circunstancia que esta distribución geográfica del aumento de la mortalidad coincide totalmente con la asimetría con la que el virus ha golpeado en el territorio nacional, castigando particularmente a las dos grandes metrópolis españolas, Madrid y Barcelona.

Las cifras del Ministerio de Sanidad sobre las muertes causadas por el virus han sido cuestionadas desde el primer momento, ya que no coincidían ni de cerca con las del Sistema de Monitorización de la Mortalidad diaria (MoMo), que desde el inicio apuntaba a que el Gobierno estaba infravalorando los fallecidos. En los últimos días las dudas sobre las estadísticas del Ejecutivo central ha aumentado ya que Sanidad el lunes y el martes no contabilizó fallecido alguno a pesar de que varias comunidades autónomas habían notificado horas antes nuevas víctimas mortales.