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Murcia
Viernes, 12 de julio 2019, 12:00
Un estudio en el que ha participado el profesor de Toxicología de la Universidad de Murcia, Miguel Motas, ha demostrado que los españoles son los europeos que más mercurio tienen en su organismo por el consumo de pescado, y que los habitantes de las ... comunidades mediterráneas tienen los mayores índices de este peligroso metal.
Así, el consumo elevado de pescado, especialmente de pescados grandes, incide directamente en la presencia de mercurio en el organismo de los humanos. Esta afirmación acaba de ser refutada por una investigación que ha contado con 1.900 muestras de sangre, 1.700 de orina y 600 de pelo de personas residentes en toda España.
Este trabajo de biomonitorización humana se ha enmarcado en el contexto de un macroestudio que se ha llevado cabo a nivel europeo, llegando a la conlsuión de que España, seguida de Francia, Italia y Grecia, presenta niveles de mercurio superiores a los recomedados.
Los habitantes de Murcia, Valencia, Baleares, Andalucía y Cataluña han sido señalados como los que más presencia de este metal tóxico tienen en su organismo; aunque su posición en el escalafón varía si lo que se tiene en cuenta son los análisis de sangre, de orina o de pelo, según informaron fuentes de la UMU.
«La mayoría de la población estudiada se encuentra en los valores de referencia establecidos por la Organización Mundial de la Salud, lo que implica que la presencia de mercurio en su organismo no tiene efectos directos sobre la salud, pero sí se trata de niveles muy altos que hay que vigilar», explica el profesor Motas.
El consumo de atún y pez espada es el que más incide en estos altos índices de mercurio en los habitantes de las zonas mediterráneas españolas. «No se trata de que tengamos que dejar de comer estos pescados, sino de que se modere su consumo», apunta Motas, quien incide en que las mujeres y los niños deben tener mayor precaución.
La Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AECOSAN) ha recomendado no tomar más de una o dos latas de atún a la semana para estos dos grupos poblacionales de riesgo. El resto de la población, simplemente, «debería tener precaución y equilibrar el consumo de estos pescados con otros más pequeños, ya que no presentan una presencia de mercurio tan grande», señala el académico.
La presencia de mercurio aumenta exponencialmente cuando el consumo de pescado supera las cinco veces por semana. Además, a mayor edad, mayor es la presencia de este tóxico por efecto de una dieta sostenida a lo largo de los años, añade Motas, señalando también que el siguiente estudio que se realice en esta línea centrará su atención en la población adolescente.
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