España supera los 80.000 fallecidos oficiales por covid

España se ha convertido en el decimoprimer país del mundo en llegar a esta cifra de decesos. El primer puesto en esta dramática clasificación lo ocupa Estados Unidos, con 595.213 óbitos. Tras él se encuentran Brasil (495.199), la India (335.102), México (227.840), Reino Unido (128.045), Italia (126.221), Rusia (119.830), Colombia (89.297), Alemania (88.781) e Irán (80.327), de acuerdo a los registros de la Universidad Johns Hopkins, en Baltimore (Estados Unidos), que también recoge el número de muertos de cada país por cada 100.000 habitantes y, en esa lista, España se encuentra en el puesto 22, con 169,84 fallecidos. Hungría es el país con más muertos respecto a su población (304,33 por 100.000 habitantes), seguido de la República Checa (282,18), Bosnia (280,31), San Marino (265,80), Macedonia del Norte (259,81) y Montenegro (254,61).

Otros países con una proporción de fallecidos mayor que España son Brasil (219,28), Bélgica (217,30, aunque es el único gobierno que incluye los muertos con prueba positiva y también los sospechosos), Perú (213,29), Italia (209,18), Reino Unido (191,59), Estados Unidos (181,14), Colombia (176,35), México (175,24) o Argentina (173,78).

En España, la distribución de los fallecidos por olas ha sido muy desigual. En la primera embestida del virus, desde marzo hasta principios de julio, que incluye el confinamiento domiciliario, el Ministerio de Sanidad registró 28.363 óbitos de manera oficial. En los siguientes cinco meses, la segunda ola, el número de decesos fue menor, 18.981. La dura tercera ola, que abarca desde el puente de la Constitución hasta mediados de marzo e incluye el enorme repunte de la incidencia acumulada y de las hospitalizaciones tras la relajación de las restricciones en Navidad, dejó 25.449 fallecidos en apenas tres meses. Finalmente, la cuarta ola, que Fernando Simón ha calificado en varias ocasiones como 'olita', ha dejado algo más de 7.000 muertos en dos meses y medio.

Probablemente la única lectura positiva de los datos aparece cuando se observa el tiempo que España ha tardado en pasar de 70.000 a 80.000 muertos: lo ha hecho en tres meses, desde el 3 de marzo hasta el 2 de junio, el periodo de tiempo más largo desde el intervalo 20.000-30.000 (del 18 de abril al 15 de septiembre, casi cinco meses). España llegó a los 10.000 muertos por covid-19 en menos de dos meses (13 de febrero-3 de abril); de los 10.000 a los 20.000, en 15 días (del 3 al 18 de abril); de los 30.000 a los 40.000, en menos de dos meses (del 15 de septiembre al 11 de noviembre); de los 40.000 a los 50.000, en mes y medio (del 11 de noviembre al 28 de diciembre); de los 50.000 a los 60.000, en poco más de un mes (del 28 de diciembre al 3 de febrero); y de los 60.000 a los 70.000, en solo un mes (del 3 de febrero al 3 de marzo).

La controversia ha acompañado desde el principio a las estadísticas de fallecidos de Sanidad porque únicamente incluyen a las víctimas a las que se les realizó una prueba positiva, algo que, principalmente durante la primera ola, no ocurrió en todos los casos ante la falta de test en el país, de manera que los informes del departamento de Carolina Darias, y antes de Salvador Illa, han sido puestos en entredicho por organismos públicos, universidades e incluso instituciones internacionales, que calculan que el exceso de mortalidad durante la pandemia está en el entorno de los 100.000.

Desde el principio de la pandemia, el Instituto Carlos III, dependiente del Ministerio de Ciencia, ha monitorizado el exceso de mortalidad de la pandemia a través de su Informe MoMo, elaborado con los datos de los registros civiles informatizados, que abarcan al 92% de la población del país. Según su última publicación, el exceso de mortalidad desde marzo del año pasado se eleva a 85.191 personas, aunque el informe sufre de algunas lagunas: deja a un 8% de la población fuera y únicamente estudia los periodos con picos de mortalidad muy por encima de los esperados.

También el Instituto Nacional de Estadística (INE) elabora una contabilidad paralela en la que compara las defunciones semanales desde el principio de la pandemia con los datos históricos de defunciones desde el año 2000. Según este registro, el exceso de mortalidad en España desde marzo del año pasado hasta mediados de mayo de este año se sitúa en las 96.658 personas.

Finalmente, un estudio de la Universidad de Washington apunta a que el número de muertos en España sólo por covid-19 (no por otras causas) se eleva a 124.449.