España lucha ya contra 483 focos tras sumar 122 brotes en tres días

El mes de julio termina, por tanto, con 483 rebrotes con 5.700 casos asociados a los mismos, de acuerdo con los datos del Ministerio de Sanidad, que ya ha dado por cerrados otros 131 focos. En total, desde que España comenzó oficialmente la desescalada el 11 de mayo, se han declarado 614 clusters infectivos con más de 7.900 positivos asociados a ellos. Todas las comunidades se ha visto ya sacudidas por los rebrotes, de los que, por el momento, solo se libran las provincias de Salamanca y Ourense y las dos ciudades autónomas.

Illa, no obstante, insistió en que la situación no está desbocada a pesar de reconocer que España en los últimos días se han venido notificando una media de 900 casos diarios y de el hecho de que el miércoles, por primera vez desde el confinamiento, Sanidad comunicó más de un millar de contagios con fecha de diagnóstico en las últimas 24 horas. El ministro no solo no habló de una segunda oleada, sino que asevero tajante que el país se encuentra en un «escenario de control» no obstante la «preocupante situación internacional».

Recordó que hay grandes diferencias entre comunidades, hasta el punto de que el 60% de los nuevos casos tienen como escenario exclusivamente Cataluña y Aragón. E insistió en que la inmensa mayoría de los brotes que sacuden el país no tienen más de una decena de casos y que solo alguno, como los de los temporeros de Huesca o Lleida, ha superado el centenar de positivos.

Explicaciones de todo tipo en sede parlamentaria para defender a capa y espada que España no está en el umbral de la temida segunda onda y que, en realidad, detrás de los abultadísimos números de contagios de la últimas semanas no solo están los nuevos focos sino también la mejor capacidad de detección del sistema sanitario.«La mayoría de los brotes están controlados. Estamos en un escenario distinto al de abril o marzo», afirmó tajante el ministro. Sus palabras casi las repitió de manera exacta horas después el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias." Si es una segunda onda, no lo parece. Es verdad que tenemos incidencias más altas, pero lo cierto es que la situación no es en absoluto comparable a la de marzo y abril", apostilló Simón, quien insistió que en España no hay "transmisión comunitaria generalizada".

Illa explicó que España no está volviendo a reeditar la pesadilla de la pasada primavera por varios motivos. El primero es porque el 70% de los nuevos casos son asintomáticos. Son enfermos -abundó- que están siendo detectados por «cribado» y «rastreo de positivos». De hecho, explicó que en España se están llegando a hacer hasta 50.000 test en días laborables y que en la última semana ha aumentado un 7% el número de pruebas.

Otro factor que, en opinión del máximo responsable de Sanidad, diferencia la situación actual de la de principios de 2020 es que la edad media de los contagiados diagnosticados ha bajado de los 66 años de marzo y abril hasta los actuales 45. O 40 años si se toma como referencia las cinco últimas semanas. Un descenso en la edad que, obviamente, lleva emparejado una bajada en la gravedad y letalidad de la enfermedad.

Otro punto que, según Illa, marca la diferencia con lo vivido hace unos meses es la ocupación actual de las UCI, con solo 209 pacientes con la covid, lo que demuestra que la «presión» a los servicios asistenciales sigue siendo «baja». Además, recordó, en la última semana únicamente han fallecido 7 personas por coronavirus, unas cifras que se encuentran muy lejos de las 950 víctimas mortales que llegaron a registrarse en alguna jornada de inicios de abril.

«Hemos pasado la tormenta pero todavía no estamos en un puerto seguro», resumió gráficamente el ministro, quien, a pesar de su interpretación optimista de los datos, reconoció que hasta que no haya una vacuna el virus va a seguir propagándose.