El número de fallecidos en España vuelve a caer hasta los 123 diarios

Las estadísticas de hoy certifican que la mortalidad del coronavirus está experimentando un brusco frenazo. Tras encadenar tres días de continuas reducciones, el ritmo de crecimiento de los fallecidos ha tocado este lunes de nuevo suelo con un exiguo 0,4% de incremento interdiario. O sea, la tercera parte que a principios de este mayo. Durante todo este mes, los fallecidos no ha superado en ningún momento los tres centenares.

Lejos quedan los aumentos del 10% diarios que se veían hace ahora exactamente 40 días cuando el 2 de abril España alcanzó su máximo histórico con 950 muertos en solo 24 horas.

Según los últimos datos oficiales, el virus sigue matando en España de forma muy irregular. Tres comunidades que no han pasado a la fase 1 total o parcialmente -Madrid con 39 fallecidos, Castilla y León con 27 y Cataluña con 23- acumulan el 72% de los muertos de todo el territorio nacional. Por contra, hay cuatro autonomías (Murcia, Cantabria, La Rioja y Baleares), además de las ciudades norteafricanas, que no han registrado un solo finado en las últimas horas.

A pesar de las esperanzadoras estadísticas sobre la mortalidad, la Covid-19 ha acabado ya con la vida de 26.744 personas en España, una cifra que en todo el planeta solo superan Estados Unidos, Reino Unido e Italia.

Los números de Sanidad son también hoy muy buenos en lo referido a los contagios. Los nuevos casos notificados en las últimas horas han bajado a los 373 frente a los 621 del día anterior. Es la segunda vez que España baja de los 400 casos desde que comenzó la desescalada. Además, estos datos suponen una caída interdiaria récord de más de un 40% que los especialistas achacan al llamado 'efecto de fin de semana', casos que no se anotan durante los días de fiesta, en los que además se realizan menos pruebas de detección de la Covid.

En cualquier caso, y a pesar de esa distorsión, estos datos de hoy sobre los infectados son especialmente tranquilizadores para los expertos médicos que asesoran a Moncloa porque demuestran que la transmisión del virus no se ha disparado catorce días después (periodo de incubación) de que se pusiera en marcha la primera gran medida de desescalada, la autorización de salida de los menores de catorce años. «Hasta la fecha no hemos observado nada. Solo ha habido ondulaciones habituales en el proceso de descenso de la epidemia», ha apuntado Fernando Simón, director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias.

Y es que el crecimiento de la propagación ha tocado, de nuevo hoy, suelo. El número de contagios ha aumentado en las últimas horas a un ritmo de tan solo el 0,17%, o sea 18 veces más lento que hace un mes cuando los positivos se incrementaban a un 3% diario.

La 'incidencia acumulada' (los casos detectados en los últimos 14 días por cada 100.000 habitantes) también ha caído a 30,01 en las últimas horas. Se trata de exactamente la mitad de infectados que hace una semana.

Aun así, el número de enfermos en España ha alcanzado este lunes los 227.436 (48.320 sanitarios), una cifra que en todo el planeta solo supera Estados Unidos.

Buenas noticias también en los indicadores sanitarios de la pandemia. El número de nuevas hospitalizaciones se ha situado en 257, la cifra más baja de todo el mes. También el ingreso de solo 20 personas en las UCI es la mejor cifra de todo mayo. De hecho, a excepción de Cataluña y Madrid, todas las comunidades se han movido entre 0 y 2 ingresos en cuidados intensivos.

El único parámetro que, siendo positivo, no ha sido tan bueno como el resto es el número de recuperados, que se ha situado en apenas 973 personas, unas exiguas cifras que no se veían desde el 15 de marzo. Aun así, 137.139 pacientes han superado ya la enfermedad en España. O lo que es lo mismo, el 60% de los infectados del país ha ganado ya la batalla al virus.

«Los datos demuestran que estamos en la última fase de la transmisión. Estamos en muy buena posición, en una posición muy favorable», se ha felicitado Fernando Simón, quien no obstante ha advertido que «seguimos en una fase muy delicada» y que persiste el riesgo de recaídas como se están dando Corea del Sur o Alemania.